En las últimas semanas se ha podido ver a los Príncipes de Gales en una serie de compromisos, tanto en pareja, como en solitario. Mucho más cómodos en su nueva faceta, con la posición que adquirieron al momento en el que William se convirtió en el primero en la línea de sucesión, los Gales han sido protagonistas de simpáticos momentos. Desde aquel efusivo abrazo que Kate dio a quien fuera uno de sus profesores del colegio, hasta el video que se hizo viral en las redes sociales, cuando el Príncipe William aceptó tomar una videollamada con los hijos de una de las trabajadoras de un hospital, arrancando las carcajadas de un grupo de adolescentes que platicaban con él sorprendidos. En medio de todas estas escenas y en vísperas de saber el papel que la pareja jugará en la próxima coronación de Carlos III, ha surgido un detalle que no ha pasado desapercibido. Los seguidores de los royals han notado que en sus más recientes apariciones, William ha llevado dos relojes, uno en cada mano.
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Aunque esto no es nada común, tampoco es algo nunca antes visto. De hecho, hace varios años, fue precisamente su madre, la Princesa Diana, quien fue capturada llevando dos relojes en la misma muñeca. Fue en julio de 1981, cuando una recién casada Diana, apareció en un partido de polo en Windsor, junto a la Princesa Anne, llevando en una muñeca un brazalete de oro, y en el otro dos relojes. La explicación de esto era una muy sencilla, uno de los relojes era de ella -regalo de su marido-, mientras que el otro era de Carlos, quien se lo dejó a su custodia mientras él jugaba su partido.
En el caso de William, la explicación es igualmente mundana, pero no tiene nada qué ver con la razón por la que su madre llevaba dos de estas piezas a la vez. En una de sus muñecas, el Príncipe lleva un Omega Seamaster 300m, que fue regalo de su madre y que ha lucido sin fallar por los últimos 20 años. Mientras que en el otro brazo, se le ve llevando un smartwatch de Garmin modelo Forerunner 245.
Aparentemente, el Príncipe ha decidido no dejar de usar el reloj que le dio la Princesa Diana en su adolescencia, pero ha decidido comenzar a usar el smartwatch que le aporta una serie de información práctica para el día a día. El que ha elegido tiene un precio de $7,499 pesos mexicanos -aunque se puede conseguir en rebaja por $5,624.26- y tiene entre sus características la posibilidad de registrar la actividad cardíaca en distintas modalidades. Dentro de su programación, permite usar planes de entrenamiento, sobre todo si te estás preparando para una próxima carrera, algo que bien podría estar haciendo el Príncipe. Además cuenta con otros registros como oxigenación, hidratación, sueño y temperatura. Algo útil para una persona como el Príncipe, sobre todo en sus épocas de piloto, es que cuenta con brújula y GPS, más allá de las características tradicionales de un smartwatch.
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Al parecer, el Príncipe quiere seguir los pasos de la Princesa de Gales, quien se sabe es una amante del deporte y práctica varias actividades en su tiempo libre. Curiosamente, William no es el primer royal en ser descubierto llevando un smartwatch de este tipo, la Reina Consorte ha sido vista llevando un FitBit Charge desde hace varios años, mientras que el Príncipe Eduardo también ha recurrido a este tipo de dispositivos para monitorear distintos aspectos de su condición física.
