La cena de estado en honor a, Cyril Ramaphosa, presidente de Sudáfrica, estuvo llena de significados para la Familia Real Inglesa. De entrada, es la primera cena de este tipo encabezada por el rey Carlos III tras la muerte de su madre, la reina Isabel II. El Monarca estuvo acompañado por su esposa, la reina consorte Camilla, quien también tuvo su primera cena de estado con este título.
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Además, fue también el primer evento formal para Kate Middleton y el príncipe William como los nuevos príncipes de Gales. Durante la noche, no pasaron desapercibidos los looks de Kate y Camilla, quienes honraron la memoria de la princesa Diana y la reina Isabel II con sus elecciones de tiaras para esta noche de gala.
Como es costumbre, Kate Middleton no decepcionó con su look, un vestido blanco largo y con capa de la firma Jenny Packham, una de las favoritas de la esposa del príncipe William. La pieza llevaba un decorado dorado en los hombros y está valuada en más de cinco mil dólares.
Las joyas no podían ser menos en un evento como éste, y para combinar a la perfección, llevó la tiara Lover’s Knot, conocida en la década de los 90s por ser la favorita de quien fuera su suegra, la princesa Diana.
La tiara perteneció a Maria de Teck, abuela de la reina Isabel II. Fue un obsequio la reina el día de su boda con el entonces príncipe Carlos. Sin embargo, al concluir su separación con el hoy rey, devolvió la tiara al joyero real.
Esta pieza en particular parece ser también una de las favoritas de Kate para las cenas de estado. La más reciente antes de esta semana, fue durante la Recepción para el Cuerpo Diplomático en el Palacio de Buckingham, en diciembre de 2019.
Por su parte, la reina consorte, Camilla, eligió un vestido que ya conocíamos. Esta pieza azul rey la lució en una sesión de fotos para Vogue, aunque en esta ocasión le dio un toque mucho más formal al decorarlo con la tiara Belgian Sapphire, que como su nombre lo dice, está hecha de zafiros belgas que iban perfecto con el color de su look.
Esta tiara, de zafiros engastados en diamantes, primero fue un collar que perteneció a la princesa Luisa de Bélgica. En la década de los 60s Isabel II la mandó a hacer tiara con el fin de que combinara con los pendientes y collar de zafiros que recibió como regalo de su padre cuando se casó con el amor de su vida, el príncipe Felipe de Edimburgo.