La princesa de Gales, Kate Middleton, formó una adorable familia junto al príncipe William y sus tres hijos: el príncipe George, la princesa Charlotte y el príncipe Louis. Y como muchas mamás, elegir el nombre que llevarían sus pequeños no fue nada sencillo, mucho menos considerando que estaría nombrando a los primeros en la línea de sucesión al trono de la Realeza Británica.
Este miércoles, la princesa Kate visitó la unidad materna del Royal Surrey County Hospital, en Guildford, Reino Unido; en donde charló con otros padres sobre temas que entienden a la perfección en esta bella pero complicada etapa de la vida. Kate incluso charló con la directora Amy Stubbs, quien reconoció lo mucho que coincidieron los padres con la princesa en cuestión de temas de paternidad y de aquella elección de nombres para sus bebés.
“Ella habló sobre sus propios hijos, incluida la forma en que eligieron sus nombres”, compartió Amy con People. “Muchos de los nuevos papás y mamás están pensando en cómo elegir nombres para sus bebés, y hablaron con ella sobre cómo Kate y William hicieron su elección”, agregó.
Cuando Kate estaba a punto de dar a luz a sus bebés, la gente del Reino Unido llegó a hacer quinielas sobre los nombres que elegirían los papás, basándose en los antepasados de la realeza, apostando por uno como el gran favorito sobre otros. Al final, la decisión fue de Kate y William, algo que decidieron juntos como pareja.
“(Kate) dijo que eran sus nombres favoritos y que obviamente el mundo estaba esperando que nombraran a sus hijos, ¡y eso se sintió como una gran presión!” agregó Amy entre risas.
La nostalgia de Kate Middleton al ver a sus hijos crecer
Los pequeños príncipes hoy ya son unos niños, George tiene nueve años, Charlotte siete y Louis cuatro. Sin embargo, siempre serán los bebés de mamá, en especial el menor de los tres. Esto lo aseguró la propia princesa, quien visitó a una familia que acababa de dar la bienvenida a la cigüeña, y recordó lo pequeños que son los bebés al nacer.
“Sigo pensando que Louis es un bebé, pero ahora es un niño grande. Me siento como si fuera ayer”, expresó con una sonrisa que era visible en sus ojos, pues en todo momento portó una mascarilla.
Quizá el momento más tierno de la visita de Kate, fue cuando cargó a la pequeña Bianca Moran, una bebé de 34 semanas que está bajo observación médica en el hospital.
La experiencia de ser mamá
La esposa del príncipe William también convivió con padres de recién nacidos, con quienes compartió historias de cómo es el alumbramiento. Para ella, en especial, era el fin de meses pesados, pues en sus tres embarazos sufrió de hiperemesis gravídica, lo que le impedía comer de forma debida.
“Estaba muy enferma. No estaba comiendo las cosas que debería estar comiendo y, sin embargo, el cuerpo aún podía tomar toda la bondad de mi cuerpo y hacer crecer una nueva vida, lo que creo que es fascinante”, aseguró.
Y sobre la experiencia de cada quien, agregó: “”No importa cuánto todo el mundo te diga qué esperar, es un shock para el sistema, ¿no es así? Tienes esta idea de lo que sucederá, pero cada nacimiento es diferente“. La princesa se despidió notando que por más cariñosos que sean en el hospital, no hay nada como estar en casa, en donde las familias de los pacientes seguro los esperan con los brazos abiertos.