Tras el funeral de Estado de la reina Isabel II en la abadía de Westminster, los restos mortales de la monarca dejaron dicho lugar y se llevó a cabo una procesión hasta el Castillo de Windsor. Es en ese lugar, en específico en la capilla de St. George, donde finalmente sus restos descansarán.
Antes de la sepultura, contemplada para las 7pm de este lunes 19 de septiembre, se llevó a cabo un servicio ofrecido por el Decano de Windsor, David Conner, con la bendición del Arzobispo de Canterbury, ante 800 invitados, entre integrantes de la Familia Real británica, líderes mundiales, presidentes, reyes y príncipes. Después de esa misa de cuerpo presente, la Familia Real se reunirá en privado para el último adiós de la monarca, en un ambiente íntimo y familiar.
Tras el funeral de Estado de la reina Isabel, el ataúd dejó la abadía de Westminster para realizar una procesión hasta el Castillo de Windsor, a unas millas de Londres.
En esta imagen, se alcanza a apreciar al rey Carlos III en compañía de su hermana, la princesa Ana, la segunda hija de la reina Isabel II y el duque de Edimburgo.
El príncipe William, el primero en la línea de sucesión al trono británico, desfiló detrás de los restos de su abuela, al igual que el príncipe Harry, quien iba sin su uniforme militar.
Una vez que los restos de la Reina estuvieron en el Arco de Wellington, la Familia Real permaneció frente a estos. En esta imagen, aparecen la princesa Charlotte, el príncipe George, el príncipe William, el príncipe Harry, además de los reyes Carlos y Camilla, así como la princesa Ana.
Miles de personas se arremolinaron a las orillas del camino entre Londres y Windsor para darle el último adiós a la monarca con mayor tiempo al frente del trono británico, por más de 70 años.
A su llegada al castillo, la reina Isabel fue recibida por el personal del castillo, así como por sus dos adorables corgis, quienes vieron pasar sus restos.
Alrededor de las 4 de la tarde (hora local de Londres), el ataúd de la reina Isabel llegó al Castillo de Windsor y posteriormente fue llevado a la capilla de St. George, donde se ofreció un servicio religioso.
Se tiene previsto que, después de ese servicio se lleve a cabo uno más privado con la Familia Real y que, alrededor de las 7 de la noche, los restos de la Reina sean sepultados junto al duque de Edimburgo.