El fallecimiento de la reina Isabel II este jueves 8 de septiembre a los 96 años, desplegó un movimiento interno del que muchos habían oído hablar en series o películas: la Operación London Bridge. Con ella, el pueblo despedirá a la mujer que reinó en Gran Bretaña y la Commonwealth durante 70 años, durante eventos meticulosamente planeados que tendrán lugar durante 10 días, duración que el hoy rey de Inglaterra, Carlos III, decidió como tiempo del luto real. Al mismo tiempo iniciarán otros protocolos para continuar con el legado real y la ascendencia al trono del heredero. Entre los eventos también se considera la proclamación del nuevo rey, quien ya se encuentra en Londres acompañado de su esposa, luego de dar el último adiós a su madre en Balmoral, Escocia.
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Este viernes, Carlos III emitió su primer discurso como rey, recordando y agradeciendo a su mamá; además de asegurar que habrá un gran cambio en la familia a raíz de la ausencia de la reina. El rey no se olvidó de su esposa, Camilla; su hijo William ni de su hijo menor, Harry.
En medio de la emoción de haber tenido que despedir a su mamá, el rey se reunió esta tarde (hora local) con la nueva Primera Ministra, Liz Truss, quien esta semana llegó al poder y fue recibida por la reina misma sin imaginar que sería su primer y último encuentro.
El duque de Norfolk, Thomas Howard, hijo de uno de los más queridos amigos de la reina Isabel, es quien se encargará de los preparativos del funeral de la monarca; así como los siguientes actos y eventos relacionados.
En honor a la reina, este viernes sonaron las campanas de la abadía de Westminster, la catedral de St. Paul y el castillo de Windsor. En Hyde Park y otras estaciones, se dispararon 96 salvas de cañón, una por cada año de vida de Isabel II.
En la catedral de San Pablo se llevó a cabo un servicio religioso para rendir tributo a la fallecida reina.
El sábado 10 de septiembre, Carlos III será declarado rey y su esposa reina consorte. Debido a que el heredero al trono sube de nivel con la muerte del monarca anterior, esta ceremonia se debe realizar tan pronto como sea posible. Será un evento significativo encabezado por el Consejo de Adhesión, muy diferente a la ceremonia de coronación de la que aún no hay una fecha prevista, pero podría tardar tanto como el rey lo decida. En el caso de Isabel II, esperó más de un año luego de guardar luto por su padre, ya que el evento es de máximo júbilo.
La proclamación de Carlos III tendrá lugar en el palacio de St James, una ceremonia que, por primera vez en la historia de la Realeza Británica, será televisada. Penny Mordaunt MP, Lord Presidente del Consejo de Adhesión presidirá el evento al que se esperan 200 de los 700 consejeros del organismo. Carlos, quien desde hace décadas se ha preparado para este momento, contará con el apoyo y compañía de su esposa, ya que en 2016 fue nombrada consejera privada. Algunos otros miembros activos de la realeza podrían estar presentes, aunque no se ha confirmado ningún nombre.
Siguiendo los protocolos y tradiciones de la realeza, la proclamación de un nuevo rey se hará desde el balcón del Friary Court, para después desplegar las nuevas noticias a lo largo del país. En ese momento, las banderas que están a media asta en señal de luto por la reina Isabel, volverán a ondear desde arriba sólo por 24 horas en señal de un nuevo monarca, para después volver a la posición de luto. Después de ser nombrado rey, los actos oficiales de Carlos III darán inicio con una reunión con la primera ministra al igual que con el gabinete.
El nuevo rey se apegará a la tradición de principios del siglo XVIII, y hará una declaración y juramento para preservar la Iglesia de Escocia.
En uno de los balcones de Friary Court, en el palacio de St. James, un pregonero hará el anuncio luego de una fanfarria con trompetas. El encargado será el Rey de Armas de la Jarretera, quien anunciará al pueblo: “Dios salve al rey”. Un anuncio que por primera vez en 70 años había estado dirigido en forma femenina.
Hyde Park volverá a sonar con cañonazos de salva así como la Torre de Londres y los barcos de guerra. En Edimburgo, Cardiff y Belfast también se hará de forma oficial la lectura de la proclamación del nuevo rey.
Al culminar la proclamación de Carlos III, los funerales de la reina seguirán su curso. Se tiene planeado que el cuerpo de la reina salga del Castillo de Balmoral hacia el Palacio de Holyroodhouse en Edimburgo, por vía terrestre. Ahí, el lunes 12 la Familia Real hará una procesión por la Royal Mile hasta la Catedral de St Giles con una vigilia. El pueblo escocés podrá dar el último adiós a la reina en cuerpo presente
El ya nombrado rey podría asistir a una reunión de condolencia de la Cámara de los Comunes y la Cámara de los Lores en Westminster. Así mismo, se espera que el rey no sólo viaje a Escocia e Inglaterra; sino también a otros puntos de Irlanda del Norte. Un recorrido que muchos reconocerán con el nombre Operación Spring Tide.
La Operación Unicornio
Bajo este nombre, el martes 13se llevan a cabo los protocolos para trasladar a la reina Isabel II a Londres, con un funeral que se llevará a cabo en el famoso Palacio de Buckingham. Para tener todo bajo control, se realizará un ensayo del desfile que tendrá el féretro desde este punto hasta el Palacio de Westminster.
El primer funeral será el 14 de septiembre, en Westminster Hall, un protocolo que se conoce bajo el código Operación Marquee. Está pensado para realizarse durante cuatro días y, al llegar el féretro, tendrá una procesión ceremonial. Habrá un servicio religioso encabezado por el arzobispo de Canterbury.
En cuanto a los jefes de Estado internacionales, también podrán despedirse de ella con una agenda marcada entre el viernes 16 y domingo 18 de septiembre. El lunes 19, se realizará un funeral de Estado en la Abadía de Westminster, a donde el cuerpo de la reina llegará en una carrosa tirada por caballos y con una procesión familiar, militar y varios jefes de Estado como se vio en los funerales del duque de Edimburgo el año pasado, o el de la princesa Diana en 1997. Se esperan, al menos, cerca de dos mil personas. El recorrido será el más especial para el pueblo británico, pues será ahí en donde podrán dar el último adiós a la reina, un homenaje que será televisado en el mundo entero.
El ataúd llegará a la Capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor, en un servicio que también estará televisado. Sin embargo, ese no es el último descanso de la reina; de la forma más íntima y familiar la reina será enterrada en la capilla conmemorativa del rey Jorge VI, padre de Isabel II. Es precisamente en este lugar en donde reposan los restos de los padres de la fallecida reina, así como los de su hermana, la princesa Margarita.
Una eternidad junto al amor de su vida
En el último destino de la reina Isabel II, no sólo estará acompañada de su familia nuclear, sino que por órdenes propias dejó dicho que los restos de su esposo, el duque de Edimburgo, fallecido en abril de 2021, sean trasladados desde la bóveda real junto a la reina. Permaneciendo al lado de su único y verdadero amor, el padre de sus hijos, el príncipe Felipe.