Desde que se dieron a conocer las fotografías del día de su boda se pudo ver que algo había cambiado en la Princesa Beatriz, no solamente se le veía radiante de la felicidad, sino que llevaba una seguridad que no se le había visto nunca antes. Desde entonces, acompañada de su esposo Edoardo Mapelli Mozzi como su gran apoyo, pareciera que Beatriz ha tomado un nuevo aire y se deja ver mucho más cómoda en su papel público. La maternidad ha aportado también a esta nueva faceta y con más compromisos en su agenda, parece recargarse en su esposo al momento de brillar en forma pública con una gran sonrisa que refleja el momento por el que pasa en su vida con la nueva familia que ha forma. Si en el Jubileo de Platino y durante el Royal Ascot se había podido dar un vistazo a esto, ha sido durante la fiesta de verano de la National Gallery que Beatriz ha reafirmado que estos sutiles cambios van más allá de su guardarropa.
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The Alchemist Feeast se llevó a cabo la noche del jueves en la National Gallery como cada año para recaudar fondos y los Mapelli Mozzi -como se han anunciado tras su boda-, estuvieron en la lista de invitados. En esta ocasión, Beatriz llevó el vestido de lentejuelas con escote profundo, mangas largas con volumen y un elegante cinturón negro modelo Dana de la firma neoyorkina Markarian. Aunque el vestido originalmente tiene el cinto en la misma tela con lentejuelas, la firma propone el contraste con negro como lo llevó la nieta de la Reina Isabel que decidió seguir con este tema con una cinta negra en la cabeza que adornaba el medio recogido en el que llevó su rojiza cabellera. El estiloso diseño tiene un precio de $87,000 pesos mexicanos y está disponible casi en todas sus tallas.
Como complementos, Beatriz llevó un bolso de sobre en blanco con cristales Swarovski bordados de la firma Tyler Ellis. Los bolsos de esta firma están hechos completamente a mano en Italia y se realizan bajo pedido, un modelo similar al de Beatriz sin cristales tiene un precio de alrededor de 1,450 dólares (alrededor de $ 28,856 pesos mexicanos). El toque final lo dieron sus aretes chandelier que brillaban tanto como su vestido.
El emotivo detalle del collar de Beatriz de York
Una princesa versátil
Si por la noche Beatriz brillaba en la gala en la que se encontró con un selecto grupo de socialités, la mañana de este viernes, la Princesa se ha unido a una de las tradiciones británicas más animadas, el Festival de Glastonbury. Dejando atrás su sofisticada imagen de tuxedo y vestido de gala en lentejuelas, la pareja mostró su faceta más relajada y casual para poder asistir al festival que se ha visto azotado por las bajas temperaturas que se viven en Reino Unido.
Beatriz llevó un sencillo vestido de mezclilla verde de inspiración militar con detalles en el cuello, falda y puños, los botones en los hombros y el cinturón reforzaban el tema del diseño de Zimmermann que representaba una opción práctica para un festival al aire libre como éste. La Princesa lo combinó con unos sencillos tenis blancos de Thousand Fell y su bolso cruzado negro de Rebecca Minkoff que ya le hemos visto desde el 2013 en varias ocasiones pues parece ser una de sus favoritas por la practicidad de su tamaño. Combinando con su mujer, Edoardo llevaba una chamarra en el mismo estilo combinada con pantalones negros, una playera blanca y tenis en el mismo color. Los dos trataron de pasar desapercibidos con sus lentes oscuros, pero no escaparon los paparazzis.