La paternidad del Príncipe Carlos, recordada de forma diferente por William y Harry

Cada una de las etapas de su vida ha sido expuesta al ojo público, desde su llegada al mundo, sus primeros pasos, los amores y desamores, así como la formación de sus propias familias, el Príncipe Carlos y sus dos hijos, el Príncipe William y el Príncipe Harry, han tenido que pagar el precio de su posición a través de la exposición constante. Y aunque se pensaría que por su lazo, sus experiencias han sido muy similares -sobre todo la de los jóvenes Duques-, la realidad es que cada uno ha compartido sus distintas posturas a través de los años, con Harry siendo el más incisivo en sus recientes declaraciones sobre su padre. Mientras al Príncipe Carlos le tocó una época diferente y su relación con sus hijos es recordada de diferentes maneras por cada uno de ellos, en William y Harry parece que las cosas han cambiado. El mundo ha podido ver a un Duque de Cambridge completamente entregado a la vida familiar, con una relación especialmente cercana a sus tres hijos, mientras que el Duque de Sussex ha querido vivir su paternidad de puertas adentro, mostrando apenas vistazos de sus hijos y refiriéndose de forma mínima hacia a ellos en público.

El Príncipe Carlos nació en una época completamente diferente, como primogénito de la primera en la línea de sucesión, vivió en primera fila la transición de su madre en monarca. Con una personalidad muy diferente a la del Duque de Edimburgo, es bien sabido que Carlos tenía más cercanía con su abuela, la Reina Madre. El enorme cariño que todavía le guarda al Príncipe Felipe, nunca se ha podido negar, pero era claro que sobre todo en su infancia y juventud sus personalidades no eran las más compatibles, dejando ese espacio a su hermana, la Princesa Anne, quien siempre mantuvo un lazo especial con el Duque.

Esto pudo haber marcado la forma de establecer su propia paternidad, pues cuentan quienes saben, que no se separaba de William y Harry cuando eran unos niños. Aquellas imágenes en las que ellos posaban con la Princesa Diana, era él quien estaba detrás de cámaras haciéndolos reír. El Príncipe Carlos tenía 34 años cuando recibió a su primer hijo, lo que le permitió compartir con los dos chicos algunas de sus pasiones, como su amor por la naturaleza y su afición por el polo, la cual los dos mantienen hasta estos momentos.

A pesar de estos recuerdos, Harry ha sido duro al momento de hablar sobre su padre en las entrevistas que ha dado desde que comenzó su vida en Estados Unidos. Las palabras que decía en su entrevista con Oprah, son difíciles de olvidar. Al ser cuestionado sobre su relación con su padre, dijo: “Hay mucho qué trabajar. Me siento muy decepcionado. Porque él ha pasado por algo de esto. Él sabe el dolor que hemos pasado. Este es su nieto…Pero siempre lo voy a amar, aunque mucho ha pasado. Y va a seguir siendo una de mis prioridades el solucionar esa relación”.

Si se pensaba que esas serían sus últimas declaraciones al respecto, faltaría escucharlo en la producción que realizó con Apple+ en colaboración con Oprah, fue más duro aún: "Mi padre solía decirnos a William y a mí cuando éramos pequeños: 'Bueno, fue así para mí, así que va a ser así para ustedes'. Eso no tiene sentido. Solo porque hayas sufrido, no significa que tus hijos tengan que sufrir. De hecho, tendría que ser todo lo contrario".

Aplicando su experiencia a su propia paternidad, en el podcast Armchair Expert, dijo: “No creo que debamos señalar con el dedo o culpar a nadie, pero ciertamente cuando se trata de crianza, sí he experimentado algún tipo de dolor o sufrimiento por el dolor o sufrimiento que quizás mi padre o mis padres sufrieron”, comentó el Príncipe de 36 años. “Me aseguraré de romper ese ciclo para no transmitirlo”.

Por su parte, William ha sido mucho más discreto en cuanto a sus declaraciones sobre su padre, pero en el documental producido por la BBC por el 70 cumpleaños del Príncipe Carlos, Prince, Son and Heir: Charles 70, se abrió un poco sobre el tema. “Tiene una increíble disciplina personal. Así que él tiene, lo que me ha frustrado mucho en el pasado, él tiene una rutina. La única manera de hacer caber todas estas cosas es siendo ordenado. El hombre nunca para. O sea, cuando éramos niños había bolsas y bolsas y bolsas de trabajo que la oficina le mandaba. Apenas y podríamos pasar a su escritorio para decirle buenas noches”, narraba hace unos años.

En ese mismo documental, William hablaba del papel de su padre como abuelo, una faceta que se le ha visto experimentar, principalmente con su nieto menor, Louis. “Es algo en lo que estoy trabajando más, pongámoslo así. Pienso que tiene tiempo, pero me gustaría verlo tener más tiempo con los niños. Pienso que, ahora que ha llegado a los 70 años es el momento perfecto para consolidar un poco porque como muchas familias hacen, te preocupa el tenerlos y asegurarte de que estén bien de salud. Y es el hombre más sano que conozco, pero también quiero que esté sano a los 95. Así, que tener más tiempo con él en la casa sería encantador, que pudiera, tú sabes, jugar con los nietos. Porque cuando está ahí, es brillante. Pero lo necesitamos ahí tanto como sea posible”, compartía.