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El esperado inicio de las celebraciones por el Jubileo de Platino de la Reina Isabel comenzó por todo lo alto con el Trooping the Colour, en el que se pudo ver más de algunos de los personajes de la Familia Real mientras que otros tomaron un papel secundario. Es por esto que ha sido hasta que se ha llevado a cabo el servicio de Acción de Gracias por los 70 años en el trono de la monarca en la St. Paul’s Cathedral que se ha podido ver a todos los Windsor en pleno -a excepción de la homenajeada, quien después de haber aparecido en los dos eventos programados para el jueves, decidió declinar en esta ocasión por cuestiones de movilidad-. Y si se dice que estuvieron todos, no podían faltar el Príncipe Harry y Meghan Markle, quienes anunciaron por todo lo alto que regresarían a Reino Unido, por primera vez con sus hijos, para poder celebrar con la Reina. Si había gran expectativa para saber cuándo aparecerían, después de que en el Trooping the Colour solamente estuvieran en uno de los ventanales del Palacio sin dejarse ver, su llegada no estuvo libre de diversos comentarios.
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Si bien, los Sussex se mostraron sonrientes la mayor parte del tiempo y muy compenetrados con algunos miembros de la Familia Real como la Princesa Eugenia y su esposo, Jack Brooksbank, hubo otras situaciones que no pasaros desapercibidas. La distancia que existía en la famosa catedral entre los Duques de Cambridge y los Duques de Sussex, hacía virtualmente imposible un encuentro público o si quiera una coincidencia dentro de la misma fotografía, pues cada pareja se encontraba sentada en sentido opuesto a la otra.
Mucho ha cambiado desde aquellos años en los que Harry y Meghan tenían un papel protagónico dentro de la familia, esta mañana su ubicación -por lo menos, cuando del mapa de invitados se trata-, los dejaba en la familia extendida, al ya no tener una posición senior representando a la monarca de manera oficial.
Mientras los Cambridge tenían un papel protagónico, solamente detrás del Príncipe Carlos y la Duquesa de Cornwall, ante la ausencia de la Reina, los Sussex se ubicaron entre el resto de los primos y hasta sobrinos Windsor. Si bien, la organización de los planos de asientos puede parecer cosa fácil, cuando se trata del Palacio nada queda al azar y el protocolo se sigue al pie de la letra, manteniendo un orden perfecto de las cosas.
La otra cita de la Familia Real británica a la que no han asistido los duques de Sussex
Sus nuevas posiciones
El asiento de Harry y Meghan se encontraban sentados entre Eugenia y su marido, y Sarah Chatto -hija de la Princesa Margarita, quien se dice es muy cercana a la Reina pero se mantiene alejada de la vida pública- y su esposo. Es bien sabido que Harry tiene una cercanísima relación con Eugenia, mientras que Sarah es su madrina de bautizo. Se colocaron en la segunda fila de la catedral, enfrente de ellos de forma más central, estaban los Condes de Wessex, quienes han cobrado mayor relevancia en los últimos meses.
Las cosas también cambiaron a su salida de la catedral. Ya no se colocaron en la tercera línea, solamente después de los Cambridge y el Príncipe de Gales y su esposa, sino que formaron parte del resto de la familia. Esperaron su turno detrás de Zara y Mike Tindall, así como Peter Phillips que iba con su padre. Por detrás de ellos, Sarah Chatto y su marido, caminaban ceremonialmente.