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A punto de regresar a Reino Unido para participar en las festividades por el Jubileo de Platino de la Reina Isabel, cuando la monarca tendrá la oportunidad de conocer a su bisnieta Lilibet, la agenda del Príncipe Harry y Meghan Markle no descansa. Tal como se había rumorado, el Duque se encuentra participando en la temporada de verano de polo para recaudar fondos para la beneficencia y en estos partidos se le ha podido ver acompañado de su esposa. Y en medio de estas apariciones, se ha podido ver a los Duques de Sussex asistiendo a una barbacoa en la que estuvieron acompañados por su hijo mayor, Archie. Aunque solamente se ha publicado una fotografía de una lente curiosa, ésta ha sido suficiente para que los amantes de la moda se pusieran a la búsqueda del vestido que llevaba Meghan y que curiosamente ha salido de los talleres de una de las firmas de cabecera de la Duquesa de Cambridge, Kate Middleton.
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Ha sido en la cuenta de Instagram de Delfina Blaquier, la esposa de Nacho Figueras -gran amigo y compañero de polo de Harry- en donde se ha podido ver esta instantánea de los Sussex en su versión más relajada. Como cualquier californiano y muy lejos del protocolo con el que creció, Harry se dejó ver con unas bermudas cargo en khaki con una sencilla camisa polo blanca, el uniforme no oficial de los hombres en el verano. Pero su esposa, quiso ir más allá, apostando por un vestido de una reconocida firma para esta aparición.
Aunque el foco estaba puesto en los Duques, que eran los primeros en aparecer en la imagen, era imposible que la mirada no se fuera al pequeño de camisa blanca que aparecía en el fondo. Con un puñado apenas de apariciones a través de imágenes compartidas por sus padres, Archie se podía ver caminando con -aparentemente- una niñera, unos pasos por delante de Harry y Meghan. De quien no se supo en esta imagen fue de la pequeña Lilibet, que está a punto de cumplir su primer año de vida y realizar su primer viaje a la tierra de su padre.
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El look de Meghan
A pesar de que se trataba de una salida casual entre amigos, Meghan lució el vestido modelo Sheila de la firma Emilia Wickstead -que suele ser una de las protagonistas dentro del clóset de la Duquesa de Cambridge-. Se trata de un vestido con un estampado naval en tonos de azul y café con cuello alto, falda midi en corte A y sin mangas, que en su momento tuvo un precio de 995 libras esterlinas (alrededor de $24,560 pesos mexicanos), aunque ya no se encuentra disponible por haber sido de una temporada anterior. Dejando claro que se trataba de una salida de fin de semana entre amigos, Meghan llevaba la melena recogida sin mucha ceremonia en una cola de caballo baja y tanto ella como su marido se encontraban descalzos al momento en el que la instantánea fue tomada.
Ésta no es la primera vez en la que se ve a Meghan llevando esta firma. Las únicas ocasiones en las que se le había visto en Emilia Wickstead fueron precisamente el mismo año de su boda. La primera vez se dio solamente unas semanas después del enlace real, cuando Meghan llevó un elegante vestido negro a una cena en la residencia del embajador británico en Dublín. Meses después llevaría otro diseño en el mismo color pero con un diseño más clásico enmarcado por una elegante botonadura al frente durante su visita al memorial de Anzac en su viaje a Sídney, Australia.
