Durante su primer acto presencial a raíz de que el príncipe Carlos diera positivo a coronavirus, la reina Isabel II ha hecho una confesión pública con respecto a su salud. Tras causar preocupación por un posible contagio, la monarca de 95 años ha permanecido en constante observación en Windsor y durante una audiencia recibió a dos cargos militares a los cuáles les hizo una reveladora y frágil confidencia que ha dejado preocupado a más de uno en el Palacio de Buckingham.
Al recibir a sus invitados señaló: “Como pueden ver, no me puedo mover”, tocando su pierna izquierda tal y como quedó grabado ante las cámaras de la televisión británica ITV. Comentario que lo hizo con mucho aplomo y buen sentido del humor al nuevo secretario de Defensa, el general de división Eldon Millar, y su predecesor en el cargo, el contraalmirante James Macleod.
Y es que el ambiente en Windsor durante la última semana ha estado un poco movido no solo por el covid que ha tocado al príncipe de Gales y su esposa, Camila; sino también por el acuerdo millonario al que ha llegado el príncipe Andrés con Virginia Giuffre, al ser demandado por esta última en un tribunal de los Estados Unidos por presuntamente abusar de ella cuando era menor como parte del escándalo de Jeffrey Epstein.
Según fuentes de la Casa británica, la dolencia de la reina se debe tan solo a que estaba agarrotada y que en realidad no tiene ningún padecimiento grave.
La salud de Isabel II, quien cumplirá 96 años en abril próximo, ha sido tema de especulación desde octubre del año pasado cuando tuvo que cancelar parte de su agenda y apareció ayudada de un bastón para caminar tras permanecer hospitalizada por unos días.