Fue el pasado 8 de noviembre cuando vimos las primeras imágenes de Charlene de Mónaco en el Principado junto a su esposo, el príncipe Alberto, y sus hijos, Gabriella y Jacques. No han pasado más de diez días y la princesa se encuentra ingresada de nuevo. Así lo confimó su marido a la revista People en una entrevista en la que ha revelado sus problemas de salud. Recientemente, se dijo que Charlene se econtraba en “un lugar confidencial” y no podía asusmir su papel oficial en la Fiesta Nacional del Principado que se llevó a cabo este viernes.
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También se reveló que ella se encuentra en una clínica situada en algún lugar de Europa, cuyo nombre y ciudad no ha sido divulgado por motivos de privacidad y seguridad. Del mismo modo, se informó que la Charlene tomó la decisión de ir a un centro de salud por voluntad propia.
El príncipe Alberto ha roto el silencio como nunca antes lo había hecho al confesar que el decaimiento de su pareja se debe a un agotamiento tanto físico como emocional. “Puedo decir que estaba sufriendo una fatiga increíble. No podía dormir bien durante varios días, no estaba comiendo bien tampoco. Ha perdido mucho peso, lo que la hace más vulnerable a las enfermedades, como catarro, gripe o, Dios nos libre, COVID”, señaló al citado medio.
Alberto ha asegurado que a su regreso al Principado después de seis meses en Sudáfrica, Charlene de estuvo bien durante las primeras horas “y que luego se hizo bastante evidente que no se encontraba bien”. Su estado actual es el resultado “de varios factores que son asuntos privados”.
También recalcó que, a pesar de haber sido una decisión familiar consensuada, ella fue la que habría dado el primer paso de su ingreso de forma voluntaria.
“Ella ya había tomado su decisión, y solo queríamos que nos lo confirmara frente a nosotros. Ella quería esto. Ella ya sabía que lo mejor que podía hacer era ir a descansar y tener un tratamiento médico real. Y no en Mónaco. Por razones de privacidad, tendría que estar en algún lugar fuera de Mónaco”, añadió.