Antes de convertirse en princesa, Diana Spencer llevaba una vida como la de cualquier chica inglesa de la alta sociedad. Vivía con sus amigas en Kensington, salía a divertirse, tenía su propio automóvil e incluso, un trabajo. Sí, antes del príncipe Carlos, Diana Spencer tenía una vida muy diferente en compañía de sus roomies, con las que compartió piso en el edificio Coleherne Court, ubicado en la calle de Old Brompton en Londres.
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Debido a la relevancia histórica de ese sitio y a la figura que representa la fallecida princesa, el lugar recibió una placa conmemorativa por parte del instituto English Heritage, a través de una medida impulsada por la Asamblea de Londres.
Este es el edificio de departamentos donde Diana Spencer vivió antes de convertirse en la princesa de Gales. El lugar recibió una placa azul, la cual sirve para identificar los lugares de importancia histórica en la que vivieron destacados personajes.
La placa fue colocada en el edificio Coleherne Court en la calle Old Brompton en Kensington, el pasado 29 de septiembre, luego de una exitosa campaña para llevar a cabo dicho acto, promovida por la Asamblea de Londres.
Durante la ceremonia, Andrew Boff, líder de la Asamblea, dijo: “Diana tuvo, y aún tiene, un lugar muy especial en el corazón de los londinenses y estamos encantados de ver su placa azul formalmente colocada como un monumento al trabajo que hizo por los demás”.
La placa dice lo siguiente: “Lady Diana Spencer, quien después sería la princesa de Gales, vivió en este lugar de 1979 a 1981”.
Virginia Clarke, antigua roomie de Diana, estuvo presente en la ceremonia y contó que, en sus días viviendo con Diana, ambas solían dar vueltas por Londres y hablaban acerca de las famosas placas azules.
¿Cómo era vivir con sus amigas en uno de los barrios más populares de la ciudad? Según el libro de Andrew Morton, Diana, In Her Own Words, la propia princesa dijo: “Fue juvenil, inocente, sencillo y sobre todo divertido. Me reí mucho ahí”.
De acuerdo con el tabloide inglés Daily Mail, el departamento fue un regalo de los padre de Diana, como una forma de que se independizara. Lo compartió por dos años con tres amigas muy cercanas, y como ella misma dijo a Andrew Morton, en el libro Diana, In Her Own Words, “vivió ahí unos de sus días más felices”.
La apacible vida que Diana llevaba con sus amigas se convirtió en un torbellino tan pronto se reveló que estaba saliendo con el hijo mayor de la reina Isabel. Los paparazzi empezaron a asediarla día y noche, e incluso ya estaban apostados en las afueras de su departamento.
Fue tal la conmoción mediática, que Diana tuvo que renunciar a su trabajo como asistente en una guardería y se mudó a Clarence House, los aposentos de la Reina Madre, la abuela de Carlos.
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