¿Recuerdas las tiaras que ha llevado Kate Middleton?

En los cuentos de hadas, uno de los puntos más importantes tras casarse con un príncipe es el llevar la tiara digna de una princesa. Y si bien, por las tradiciones británicas, Kate Middleton no se convirtió en princesa al casarse con William -lo hará cuando él se convierta en Príncipe de Gales, como fue el caso de Diana-, si llegó al altar con todo y su tiara. La Duquesa de Cambridge es conocida por su estilo, el cual es seguido por millones alrededor del mundo, y de vez en cuando, algunas ocasiones ameritan que se acerque al joyero real y lleve una hermosa tiara. Estas piezas no son propias, sino un préstamo de la Reina, pero, como ha sucedido a lo largo de la historia, ya hay algunas tiaras que se identifican con la Duquesa y que hoy repasamos.

Aunque no lo creas, a lo largo de los diez años de matrimonio de los Cambridge, Kate solamente ha utilizado tres tiaras diferentes. A pesar de que en el joyero real hay todo tipo de tiaras, la tradición deja ver que las mujeres de la realeza se acoplan a algún modelo y es el que llevan más a menudo, como lo hizo la Princesa Diana o incluso la Reina, quien en distintas etapas de su vida se ha apegado a modelos específicos. También la Princesa Margaret lo hizo, comprando su propia tiara y llevándola a lo largo de su vida. ¿Cuáles han sido estas tiaras?

La primera vez que se vio a Kate Middleton llevando una tiara fue el día de su boda. Como en un cuento de hadas, la joven prometida del Príncipe William encantaba en un hermoso vestido de Alexander McQueen, llevando una de las tiaras más elegantes de la corona británica. A pesar de que muchos pensaban que llevaría la tiara que se relaciona con la Princesa Diana, esa mañana llegó a la Westminster Abbey con la Cartier Halo Tiara.

La tiara fue encargada por el Rey George VI como regalo de aniversario para la Reina Madre en 1936. Cartier se encargó de hacer la pieza que por su historia ha sido considerada para una mujer joven, algo que podría deberse a su discreto tamaño. La tiara está hecha con una banda de diseños geométricos que bien podrían ser descritos como olas del mar, tiene 739 diamantes tradicionales y 149 diamantes baguette.

Curiosamente, aunque hay alguna fotografía de la Reina Madre llevándola, nunca se convirtió en una de sus piezas características. Fue hasta 1944, cuando la Reina Madre regaló la tiara a la Reina Isabel en su cumpleaños 18, aunque ella tampoco la llevó nunca públicamente. Fue la Princesa Margaret quien le regaló su primer gran evento, luciéndola en la coronación de Isabel II en 1953. Una vez que Margaret se casó, la tiara se volvió la favorita de la Princesa Anne, quien también la llevó varias veces antes de su boda. Y pasaron décadas antes de que se volviera a ver en Kate en el 2011.

La segunda tiara que se le ha visto es la Lotus Flower Tiara, que llevó por primera vez en el 2013 y que repitió en el 2015. También, parte del joyero de la Reina Madre, esta tiara recibe su nombre de los diseños florales que la adornan. La tiara está hecha de un collar que su marido le regaló en su boda en 1923, se trataba de un diseño de Garrard hecho con diamantes y perlas, que fueron desmantelados para ser reutilizados en una tiara, solamente 6 meses después del enlace. Margaret también lució esta tiara que fue prestada para la esposa del único hijo de la Princesa, para que pudiera lucirla en su boda. Como no se le volvió a ver desde aquel entonces, se especuló que había sido una de las piezas de Margaret -muchas de ellas fueron subastadas tras su fallecimiento-, pero en el 2013 volvió a ver la luz en Kate, demostrando que sigue siendo parte del joyero real.

En definitiva, la tiara más esperada era la Lover’s Knot, que tradicionalmente se liga a la Princesa Diana por ser una de las últimas que llevó y aparecer en algunas de sus imágenes más emblemáticas. La primera ocasión en la que se vio a Kate llevarla fue en el 2015, cuando todas las miradas se posaron sobre ella. Desde entonces, es la única tiara que se le ha visto a Kate en los últimos años.

En 1913, la Reina Mary -abuela paterna de Isabel II- decidió comisionar a Garrard una tiara que replicara la que usaba su tía, la Gran Duquesa de Macklenburg-Strelitz, que curiosamente era conocida como la Cambridge Lover’s Knot Tiara. Como no pudo comprar o heredar la original, decidió mandar a hacer una réplica de ella. Hecha en 1913, originalmente tenía en la parte superior una serie de perlas que la hacía aún más alta, pero fueron retiradas posteriormente, dejando una línea de brillantes en su lugar. Ante la muerte de la Reina Mary en 1953, Isabel II la heredó, llevándola en un puñado de ocasiones, entregándola a la Princesa Diana en 1981. Aunque mucho se ha ligado su recuerdo al de la Princesa, se ha rumorado que es una pieza que pesa mucho y provoca terribles dolores de cabeza, por lo que Diana no era amante de llevarla. Ante el fallecimiento de la Princesa, la tiara regresó al joyero real y no fue hasta el 2015 que volvió a ver la luz.