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poltimore t© Getty Images

La peculiar historia de la tiara de la Princesa Margaret

La tiara Poltimore acompañó a la hermana de la Reina Isabel en los momentos clave de su vida


Agosto 12, 2021 1:16 PM EDT

Las joyas de la realeza suelen estar rodeadas de misterio, pero ninguna causa más fascinación que las tiaras. Aquellas piezas que se han vuelto tan enigmáticas gracias a los cuentos de hadas, siguen despertando la curiosidad del mundo. Y es que la mayoría de ellas está cargada de alguna historia que la liga con la Familia Real que la posee y con el paso de los años se va entrelazando en la historia de la royal que la lleva con más frecuencia. Esto pasa, por ejemplo, con la Princesa Diana y la Lover’s Knot Tiara, y años antes, sucedió con la Princesa Margaret y la Poltimore tiara. Nacida con una posición privilegiada dentro de la Familia Real británica, Margaret vivió gran parte de su vida como la segunda en la línea de sucesión al trono, lo que le abría las puertas al joyero real, pero ella quiso tener su propia tiara y con ella escribir su historia.

Princesa Margaret© Gtresonline
En 1959, la Princesa llegó a una subasta en la que compraría a su eterna compañera. No, la tiara Poltimore no era propiedad de la Corona ni una joya familiar pasada de generación en generación. Todo apunta a que Margaret quería una tiara que fuera solamente suya. Curiosamente, como suele suceder en estos casos, la que consiguió estaba ligada íntimamente a su familia. Fue hecha en 1870 por Garrard -sí, la misma joyería del anillo de la Princesa Diana- para Lady Poltimore, de ahí su nombre.

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Desde muy joven, Margaret dio muestra de que su personalidad era diferente a la de su hermana, la ahora Reina Isabel. Tal vez gracias a la libertad que le daba su posición o por la necesidad de atraer la atención que solía reposar en su hermana, pero Margaret siempre apostó por un estilo más llamativo y estrafalario que el de la monarca. De ahí que a nadie sorprendiera que fuera una amante de las joyas y que de vez en vez se le viera luciendo alguna pieza que atraía todas las miradas.

Fue así cómo en 1959, la Princesa llegó a una subasta en la que compraría a su eterna compañera. No, la tiara Poltimore no era propiedad de la Corona ni una joya familiar pasada de generación en generación. Todo apunta a que Margaret quería una tiara que fuera solamente suya. Curiosamente, como suele suceder en estos casos, la que consiguió estaba ligada íntimamente a su familia. Fue hecha en 1870 por Garrard -sí, la misma joyería del anillo de la Princesa Diana- para Lady Poltimore, de ahí su nombre. La mujer la llevó años después en la coronación de George V, sí, el abuelo de Isabel y Margaret. Y fue tras su fallecimiento que su familia decidió subastarla, momento en el que Margaret la consiguió por un precio accesible para una joya de este tipo.

Princesa Margaret© Gtresonline
Margaret quedó tan prendada con la joya que rompería la tradición de llevar una tiara familiar en su boda, para lucir esta en todo su esplendor. A partir de aquel momento, esta tiara se convertiría en su eterna compañera, tanto en público como en privado. Hace algunos años, el mundo se sorprendía al ver que la Princesa había posado en la tina del Palacio de Kensington llevando la tiara, para la lente de su marido.

Una tiara ligada a su vida

Ni mandándola a hacer, Margaret hubiera encontrado un diseño que fuera mejor con su personalidad. Acostumbrada a llevar la melena en un recogido alto, al estilo de un enjambre de abejas como se usaba en aquella época, la tiara iba a la perfección con este peinado y es que tiene una particularidad que no se ve a menudo en estas joyas, está completamente cerrada. Hecha de llamativos diamantes, es posible separarla en broches para usarla también como un collar -algo muy común en las tiaras de la época-.

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Margaret quedó tan prendada con la joya que rompería la tradición de llevar una tiara familiar en su boda, para lucir esta en todo su esplendor. A partir de aquel momento, esta tiara se convertiría en su eterna compañera, tanto en público como en privado. Hace algunos años, el mundo se sorprendía al ver que la Princesa había posado en la tina del Palacio de Kensington llevando la tiara, para la lente de su marido.

Desgraciadamente, ante la partida de la Princesa, la historia pública de la tiara también terminó. En junio del 2006, cuatro años después del fallecimiento de Margaret, sus hijos se vieron en la necesidad de subastar muchas de sus posesiones, entre ellas la famosa tiara. Un comprador anónimo logró ganar la subasta de Christie’s casi por un millón de libras esterlinas. ¿El destino de la querida tiara de Margaret? Nadie lo conoce.

Princesa Margaret© Gtresonline
Desgraciadamente, ante la partida de la Princesa, la historia pública de la tiara también terminó. En junio del 2006, cuatro años después del fallecimiento de Margaret, sus hijos se vieron en la necesidad de subastar muchas de sus posesiones, entre ellas la famosa tiara. Un comprador anónimo logró ganar la subasta de Christie’s casi por un millón de libras esterlinas. ¿El destino de la querida tiara de Margaret? Nadie lo conoce.

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