Si estuviera viva hoy, Diana estaría celebrando su cumpleaños 60. Para conmemorar su gran aniversario, hemos recopilado este artículo especial sobre la princesa, que explora tanto su tiempo como miembro de la realeza, como su vida más allá de los muros del palacio, además de su relevancia como un verdadero ícono de nuestro tiempo.
Vivió solo 36 años, pero fueron intensos. Desde el feliz día de su nacimiento, el 1 de julio de 1961, hasta la trágica fecha de su muerte, el 31 de agosto de 1997, Diana experimentó más amor, desesperación, risa, tristeza, sueños y drama que la mayoría de la gente en el doble de ese tiempo. Era una joven tímida que se convirtió en una princesa muy querida. Una asistente de jardín de infantes que se convirtió en todo un ícono de la moda. Una mujer que ganó y luego perdió el amor del heredero al trono, pero se convirtió en la reina de corazones para millones. Una aristócrata inglesa que se convirtió en la voz de los desfavorecidos.
La vida de Diana fue corta, pero inolvidable. Los regalos que nos dejó, sobre todo, su brillante ejemplo de empatía y compasión, durarán para siempre. Hoy, sus hijos, los príncipes William y Harry, continúan llevando adelante su legado por medio de su trabajo y sobre todo con sus propias familias.
UNA PRINCESA MODERNA
Diana cultivó un nuevo rol en la realeza y cambió el rostro de la monarquía.
UNA NIÑA CARISMÁTICA
La suya no fue una historia de cuento de hadas. Diana pudo haber tenido ese toque común, pero su origen estaba lejos de ser humilde. Provenía de una familia ilustre, los Spencer, llena de estadistas, cortesanos, almirantes, miembros de la sociedad y filántropos, y creció en su propiedad ancestral, Althorp en Northamptonshire.
Nacida en un hermoso día de verano, el 1 de julio de 1961, tuvo tres hermanos, con quienes compartió un vínculo estrecho, fortalecido por la separación de sus padres cuando ella tenía cinco años. Sus hermanas mayores, Sarah y Jane, y su hermano menor Charles, ahora Earl Spencer, recuerdan la bondad, el ingenio y el carisma que mostró desde sus primeros días.
ROMANCE REAL
Lady Diana Spencer conoció al heredero al trono de Gran Bretaña, el príncipe de Gales de 29 años, en una fiesta en Althorp, en 1977. En ese momento, ella solo tenía 16 años y él estaba saliendo con su hermana Sarah. El príncipe Carlos se dio cuenta de lo “divertida y ... llena de vida” que era.
No se volvieron a ver hasta dentro de tres años. Pero cuando lo hicieron, en una barbacoa, el romance estaba en el aire. Pronto, los medios de comunicación consiguieron una imagen de la naturaleza dulce de “Shy Di” y el mundo también quedó encantado.
El 24 de febrero de 1981 llegó la noticia que los fanáticos de la familia real estaban esperando. Carlos le había obsequiado a Diana, de 19 años, un exquisito anillo de zafiro y diamantes, ¡y ella había dicho, “sí”!
LA BODA
Unos meses más tarde, el 29 de julio, Diana parecía una princesa salida de un cuento de hadas cuando descendió del coche de cristal para casarse con su príncipe en la catedral de St. Paul, en Londres. Su vestido de novia era tan espectacular como el escenario, una creación con faldón y manga larga que se complementaba con una cola de 25 pies creada por David y Elizabeth Emanuel. Para los 750 millones de personas en todo el mundo que vieron la ceremonia televisada, los novios lucieron una visión perfecta de lo que es un romance real.
ESPOSA DE WINDSOR
Junto a su esposo en casa y ante el público, la nueva princesa de Gales resultó ser un éxito. Le encantaba visitar Estados Unidos, donde apreciaba la informalidad y la calidez de los estadounidenses.
Ella y Carlos hicieron un buen equipo durante sus deberes reales, y aunque las grietas aparecieron al principio de su matrimonio, las escenas de la pareja alrededor de la pista de baile o compartiendo una mirada juguetona demostraban que tuvieron momentos felices juntos.
MADRE POR NATURALEZA
La pareja se unió en amor por sus hijos, el príncipe William, nacido en 1982, y el príncipe Harry, nacido en 1984. Diana era una madre amorosa y muy presente, que estaba decidida a darle a sus hijos la infancia más normal posible. Mientras los preparaba para sus vidas como miembros de la realeza, también les dejaba disfrutar de juegos con amigos y viajes a parques temáticos. “Era la mejor madre del mundo... todavía puedo sentir los abrazos que solía darnos”, dice el príncipe Harry.
JOYA DE LA CORONA
De la realeza, pero sincera, Diana aportó una frescura y glamour únicos a la centenaria dinastía Windsor. Su fabuloso sentido de la moda se exhibió en eventos como Trooping the Colour o Royal Ascot. Aunque la princesa llegó a ser vista como una rebelde de la realeza, no hay duda de que la reina apreció lo que su nuera trajo a la familia, mientras que el difunto esposo de Su Majestad, el príncipe Felipe, también era disfrutaba de la presencia de Diana.
ESTRELLA EN SOLITARIO
En 1992, Carlos y Diana reconocieron que su matrimonio estaba quebrado irremediablemente y anunciaron su separación. Con su divorcio en 1996, Diana renunció a su papel real, pero pasó más tiempo que nunca compartiendo su compasión a través de buenas causas en todo el mundo, convirtiéndose en un icono humanitario global conocido como una ‘Reina de Corazones’.
Se acercó a los marginados de la sociedad, incluidos los que sufrían de la entonces nueva y poco comprendida enfermedad del SIDA. Gracias a su talento para la amistad, unió a personas poderosas, desde hombres de estado hasta estrellas del cine detrás de sus objetivos filantrópicos.
En privado, la princesa buscó el amor que sentía que hasta ahora se le había escapado. Hasnat Khan, un cirujano de corazón de ascendencia paquistaní, era su hombre ideal y ella esperaba tener un futuro con él, pero el galeno encontró en la fama de Diana un tema difícil de tratar.
LA PERDIMOS DEMASIADO PRONTO
La devastadora noticia de la muerte de la princesa se conoció en la madrugada del 31 de agosto de 1997. Acababa de cumplir 36 años cuando murió en un accidente automovilístico en París, junto a su novio Dodi Fayed. Los hijos de la princesa, que entonces solo tenían 12 y 15 años, fueron un espectáculo desgarrador cuando se unieron a los hombres de su familia en el cortejo fúnebre.
En los homenajes a Diana se vio a innumerables personas de todos los ámbitos de la vida que le tenían aprecio. En los meses y años que siguieron, el dolor por su trágica pérdida dio paso a la gratitud por todo lo que esta extraordinaria mujer había dado al mundo.
UN LEGADO DE AMOR
En diferentes maneras, los hijos de Diana están inspirados en ella. La princesa les enseñó la importancia de la amabilidad, la empatía y la apertura emocional. Este legado sigue vivo mientras William se prepara para convertirse en rey del siglo 21 con su elegante futura reina Kate a su lado, mientras Harry y Meghan forjan su propio camino en Estados Unidos.
WILLIAM Y KATE: UNA PAREJA PERFECTA
Si encuentras a alguien que amas en la vida, debes aferrarte a ello y cuidarlo”, le dijo Diana una vez a William.
“Y si tienes la suerte de encontrar a alguien que te ame, entonces debes protegerlo”. Se tomó en serio sus palabras.
El duque y la duquesa de Cambridge, que celebraron su décimo aniversario de bodas en abril, tienen el tipo de relación que la princesa soñaba. Se conocieron en la universidad de Escocia, donde la amistad se convirtió en romance. Con un sólido conjunto de valores compartidos, se apoyan mutuamente y aprecian la compañía del otro. Juntos conforman un equipo sólido, ya sea que estén asumiendo los desafíos de su papel real o de su papel como padres.
Desde que le propuso matrimonio con el anillo de su amada madre, William ha llenado a Kate con detalles de amor, incluido un collar de Cartier de £ 40,000, un reloj Cartier Ballon Bleu para que coincida con su anillo de compromiso y una banda con diamantes brillantes para la llegada de su primer hijo. Ahora, los padres de tres niños hermosos, se ven más enamorados que nunca.
HARRY Y MEGHAN: EL SUEÑO CALIFORNIANO
El adorado hijo menor de la princesa y su esposa están viviendo una vida con la que ella siempre soñó, criando a sus pequeños libres de protocolo bajo el sol de Santa Bárbara, California. Harry cree que él y Meghan habrían tenido la bendición de Diana por su controvertida decisión de retirarse de la vida real. “Creo que ella lo vio venir”, ha dicho. “Ciertamente sentí su presencia en todo momento”.
El duque confía en que, si las dos mujeres de su vida se hubieran conocido, “serían muy cercanas y buenas amigas”.
Ciertamente, Diana habría aprobado la defensa de la diversidad y la inclusión por parte de la pareja y, como gran comunicadora, intrigada por sus proyectos mediáticos destinados a “sacar adelante diferentes perspectivas y voces”.
Al igual que William y Kate, Harry y Meghan han rendido un emotivo homenaje a la princesa en el nombre de su hija. Al igual que la princesa Charlotte, Lilibet, nacida el 4 de junio, tiene el segundo nombre Diana.
CONSTRUYENDO PUENTES
Diana se entristecería por la frialdad que ahora existe entre sus hijos, quienes alguna vez fueron, además, muy buenos amigos. Los comentarios de Harry sobre la familia real han ampliado la grieta. Pero debemos recordar lo que le dijo a Oprah Winfrey: “Amo a William hasta los dientes, es mi hermano, hemos pasado por el infierno juntos, tenemos una experiencia compartida”. Explica su posición como ”estar en caminos diferentes”.
Aunque los caminos de los hermanos se han bifurcado, hay mucho más rasgos que los une. Sencillamente, son las únicas personas en el mundo que saben lo que fue tener a Diana como su madre y luego perderla. Y ambos están apasionadamente decididos a honrar su memoria. Así que los fanáticos de la realeza de todo el mundo esperan que las conmemoraciones de su cumpleaños número 60 este verano sean el catalizador para la reconciliación.
El 1 de julio, ambos hermanos asistirán a la inauguración de una estatua de la princesa en los jardines de su casa, el Palacio de Kensington, cerca del lugar donde Harry y Meghan anunciaron su compromiso.
ABUELITA DIANA
Los hijos de la princesa eran su orgullo y alegría, por lo que podemos imaginar lo encantada que hubiera estado con sus nietos.
Ella los amaría muchísimo, pero sería una pesadilla absoluta”, ha bromeado William.
“Ella vendría, probablemente a la hora del baño, causaría una escena increíble, burbujas por todas partes, agua de baño por todas partes, y luego se marcharía”.
Diana creía en el amor, los abrazos, la diversión y todos los elementos de una infancia normal. Ahora sus hijos y sus esposas la siguen. Y se están asegurando de que Diana sea parte de ese proceso.
William ha revelado que sus tres hijos pequeños, el príncipe George, la princesa Charlotte y el príncipe Louis, hacen tarjetas del Día de la Madre para la “abuela Diana” cada año, y que a menudo forma parte de sus cuentos antes de acostarse. “Es importante que sepan quién era ella”, dice.
En California, ella es una figura querida por el primogénito de Harry, Archie. “Tengo una foto en su guardería... y fue una de las primeras palabras que dijo. Aparte de ‘mamá’, ‘papá’, dice ‘abuela’, ‘abuela Diana’”, dice el príncipe.
A medida que los nietos de la princesa crecen, es conmovedor ver cómo la persiguen en sus diferentes formas. Por ejemplo, Charlotte es una bailarina entusiasta y llena de encanto y aplomo, mientras que su hermano mayor George ama a los animales y tiene un carácter sensible y empático.
Y hay un regalo de su abuela que todos compartirán. Están siendo educados con los valores de Diana, especialmente su creencia de que la amabilidad y la compasión significan más que cualquier título. Será maravilloso ver cómo esta nueva generación lleva su legado hacia adelante.
ESPÍRITU SANADOR
“Creo que la enfermedad más grande que sufre este mundo es la enfermedad de las personas que no se sienten amadas, y sé que puedo dar amor... Estoy muy feliz de hacerlo”.
La princesa sufrió de infelicidad en su propia vida, pero a través de eso, encontró su misión de ayudar a los demás. Y no eligió causas glamorosas, sino que mostró afinidad con personas rechazadas o ignoradas por la sociedad.
En 1987, en el apogeo de la epidemia de SIDA, fue fotografiada sonriendo mientras estrechaba la mano, sin guantes, con un paciente. Esa foto hizo más para ayudar a eliminar la vergüenza y el estigma que rodea a la enfermedad de lo que tal vez cualquier otra cosa podría haber hecho.
En el momento en que murió, diez años más tarde, la princesa era un icono humanitario global con una red poderosa de amigos listos para respaldar sus misiones filantrópicas. La última de ellas fue su campaña contra las minas terrestres. Michael Stone, que la acompañó en una visita a Angola con la Cruz Roja, recuerda la espectacular forma en que acaparó la atención del mundo.
“Al caminar a través de un campo minado despejado, destacó los peligros que la gente común enfrentaba todos los días, demostrando que tan solo una fracción de segundo divide la vida de la muerte. “Era completamente desinteresada al respecto”, nos cuenta.
Con tal ejemplo, no es de extrañar que los príncipes William y Harry sean humanitarios comprometidos, continuando su trabajo por estas y otras causas como la falta de vivienda y la salud mental.
CRUZANDO FRONTERAS
“El encanto de la princesa desafió las fronteras y las culturas. Mucho antes de que la diversidad y la inclusión estuvieran a la vanguardia de nuestra conciencia colectiva, ella era, sin proclamarla, una poderosa ancla”, dice el comentarista real Shinan Govani. “Desde el vínculo con los indígenas en Nueva Zelanda hasta el abrazo de una adolescente amputada en Angola, tan privilegiada como lo fue su propia vida, la princesa no se veía a sí misma ni a nadie más como ‘diferente’.
Esto era tan cierto en su vida personal como en su vida pública. Después de su divorcio, el romance más serio de Diana fue con el cirujano cardíaco paquistaní Hasnat Khan. Y fue, por supuesto, Dodi Al-Fayed, un productor de cine de origen egipcio-turco, quien estuvo a su lado en el trágico accidente automovilístico de París en el que murió.
ICONO DE MODA
Desde el momento en que pisó el escenario real, el sentido de la moda de Diana fue una gran fuente de interés e inspiración. A medida que se metía nuestros corazones, la moda se convirtió en la herramienta que comunicó sus esperanzas, sueños y miedos. En eso se adelantó mucho a su tiempo. Ahora, celebrando lo que habría sido sus 60 años, podemos ver aún más claramente cómo llegó a ganarse su lugar en el panteón de reinas de la moda atemporales. Al igual que Jackie O, la princesa Grace y Audrey Hepburn, ella sigue vigente.
EVOLUCIÓN DE UNA ROSA INGLESA
Cada atuendo de Diana venía codificado con un mensaje. De los que usaba recién casada en pasteles románticos y ornamentados, fuimos testigos de su transformación después de su divorcio, cuyos vestidos sexy y sus tacones gritaban: “Sobreviviré”. Y hacia el final de su vida, armada de confianza y dedicada a su trabajo, finalmente pudo vestirse más informal que elegante. Su mensaje final y más importante fue: ”Soy suficiente”.
Sus looks muestran su evolución desde una tímida Diana a una mujer madura csegura de sí misma en el escenario mundial:
INSPIRACIÓN SIN FIN
El estilo de Diana nunca ha sido más admirado de lo que es hoy en día, según la editora de la revista de moda HFM, Jill Wanless. “El vanguardista diseñador estadounidense Virgil Abloh basó toda una colección en sus trajes de los años 80´y 90´ para su sello Off-White”, señala. Y no se trata sólo de diseñadores: los creadores de conceptos más modernos han sido fuertemente influenciados. Con gorras de béisbol de colegio privado, sudaderas universitarias y jeans de mamá, modelos conocidas como Hailey Bieber y Gigi Hadid han revivido el look escolar de la princesa.
Rihanna, que rindió homenaje en una camiseta de Diana de la tienda de recuerdos con botas Manolo a la altura de los muslos, dice: “Cada look era correcto... era una gangsta con su ropa‘”. Naturalmente, Hollywood también reconoce la calidad de estrella de la princesa, con celebridades como Julia Roberts, Renee Zellweger y Angelina Jolie desfilando looks inspirados en Di por la alfombra roja.
Desde celebridades hasta influencers, son muchos los que rinden homenaje al estilo de la princesa:
CAMBIANDO LAS REGLAS DE ETIQUETA REALES
No solo las nueras de Diana, Kate y Meghan, sino las damas reales de todo el mundo le rinden homenaje con sus elecciones de atuendos. Desde un traje de bloque de colores afilado hasta un elegante vestido de noche asimétrico, hay ecos constantes en los armarios de nuestras reinas y princesas.
La princesa puso una pauta en las reglas de la vestimenta real. En estos días, todavía es inteligente, pero la rigidez se ha ido. Está bien divertirse, incluso en ocasiones formales. Y mezclar etiquetas de diseñadores con marcas de la calle hace que los amantes de la moda reales de hoy en día sean mucho más fáciles de imitar.
Kate encabeza la larga lista de damas reales que han aprendido de cómo se vestía Diana:
PRINCESA DE DIAMANTES
Las increíbles joyas hicieron que Diana fuera aún más deslumbrante. Para su anillo de compromiso, eligió un enorme zafiro que coincidía con sus ojos. El tocado de la herencia de la familia Spencer mantuvo su velo de boda en su lugar, mientras que más tarde, la tiara queen Mary‘s Lover’s Knot, con sus brillantes perlas de gota, se convirtió en una de las favoritas. Como con todo, Diana hizo las cosas a su manera. A menudo combinaba joyas, por ejemplo, usando un collar de diamantes y zafiro como diadema.
Diana tuvo acceso a una colección invaluable de preciosas joyas:
MUSA MODERNA
Diana vive en todas las artes, especialmente en la pintura, el cine y la televisión, donde su historia se cuenta constantemente. La larga lista de actrices que han interpretado a la princesa incluye a Catherine Oxenberg, Naomi Watts y, más recientemente, Emma Corrin de The Crown, quien ganó un Globo de Oro por su actuación. Este, el año de cumpleaños número 60 de Diana, la veremos celebrada tanto en un nuevo musical de Broadway como en Spencer, una película protagonizada por Kristen Stewart.
La estrella de Crepúsculo dice: “No quiero simplemente interpretar a Diana, quiero conocerla implícitamente”.
Cada generación nueva siente ese mismo deseo de conocer a Diana. La creadora de Girls, Lena Dunham, lo resume cuando describe a Diana como “un objeto de fascinación y no solo porque era una princesa: proyectaba una especie de ambición y hambre de ser escuchada, vista y comprendida en su totalidad... su mística, belleza y anhelo la convirtieron en una figura bellamente compleja de adorar”.
No es de extrañar que una mujer tan fascinante sea conmemorada en tantas partes, sobre todo en la gran pantalla: