En los últimos años, se dio lo que nadie imaginaba posible, una separación entre el Príncipe William y el Príncipe Harry. Los hermanos que crecieron siendo incondicionales compañeros -según las cartas de la Princesa Diana, desde su nacimiento- no solamente tomaron caminos separados, sino que quedó en evidencia una ruptura que se ve difícil de superar. La distancia que pone un océano de por medio, parecía calmar un poco las aguas, pero ante el regreso del Príncipe Harry a Reino Unido para el funeral del Duque de Edimburgo, todas las miradas se posaban sobre ellos. El encuentro se daba después de que el Príncipe Harry diera aquella polémica entrevista con Oprah Winfrey, en ella dejaba claro que mientras había espacio entre ellos, amaba profundamente a su hermano. Las imágenes de la capilla de St George daban esperanza de una reconciliación, pero una vez más, algunas declaraciones mostraban nuevamente un marcado distanciamiento. Ante esto, el historiador de la realeza, Robert Lacey, ha dado a conocer de dónde viene la ruptura en la que parecía la relación más sólida.
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A pesar de que mucho se ha dicho que el distanciamiento surgió cuando William, que podía hablar de todo con su hermano, le mostró sus reservas ante una boda con Meghan Markle al tan poco tiempo de conocerse, Lacey afirma que la verdadera ruptura se dio meses después de la boda de los Sussex en el 2018. En su libro Battle of Brothers, el autor afirma que se dio una gran pelea entre los hermanos cuando el Príncipe William se enteró de las quejas de bullying que el equipo de trabajo empezó a poner en contra de Meghan -las cuales están siendo investigadas, aunque la Duquesa las ha negado en todo momento-.
Ante esta situación, William habría sido quien decidiera dividir las oficinas de los Cambridge y los Sussex, que tras la boda real del 2018 habían trabajado juntos en el Palacio de Kensington. Según explica el autor, William estaba ‘horrorizado’ con lo que había escuchado, y uno de sus amigos apuntó a que el Duque de Cambridge fue el que tomó la decisión de no seguir compartiendo el mismo equipo.
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Tras meses de ruptura y una clara separación ante la decisión de los Duques de Sussex de dejar sus posiciones oficiales en la Familia Real, las declaraciones de Harry -no sobre su hermano, sino sobre la familia en general- parecían haber abierto la brecha entre ellos aún más. William decidió ir en contra de la regla explícita de ‘nunca te quejes, nunca des explicaciones’ y al ser cuestionado sobre la entrevista de su hermano dijo enfáticamente que no había hablado con él pero que lo haría.
De puertas adentro no se sabe qué pasó en ese episodio, pero frente a las cámaras, en el funeral del Duque de Edimburgo, se les volvió a ver juntos. Se sabía que en la formación, tendrían a Peter Phillips entre ellos, pero a la salida de la capilla, el acercamiento de la Duquesa de Cambridge, parecía propiciar una reconciliación entre los hermanos en imágenes que dieron grandes esperanzas. Pero a su vuelta a casa, Harry continuó con las declaraciones que parecieran incomoda a toda Gran Bretaña. Ahora se da una nueva cita, este jueves, los hermanos develarán la estatua de su madre, en el que hubiera sido el cumpleaños 60 de la Princesa Diana.
Las cosas pintan complicadas, desde su llegada, Harry ha pasado la cuarentena impuesta por el gobierno para visitantes del extranjero en Frogmore Cottage, la casa que se le había asignado para él y Meghan, pero que ahora han dejado a la Princesa Eugenia y su familia. Aunque la hora y cuarenta minutos que separan a Frogmore en Windsor del Palacio de Kensington no parece mucho, en estos momentos bien podría ser un océano. Es por esto que, será hasta el jueves que se pueda ver si se ha logrado un avance en el momento en el que los hermanos se reencuentren por el lazo más grande que tienen, el amor a su madre.