A más de dos meses de su reveladora entrevista con Oprah Winfrey, el príncipe Harry vuelve a confesarse sobre los momentos más duros de su vida y su salud mental en el documental The me you can’t see (Apple Tv) que preparó junto a la presentadora. En el especial, el hijo menor del príncipe Carlos reveló que, sin duda, el fallecimiento de su madre,
El príncipe Harry revela cómo la muerte de su madre afectó su salud mental
A más de dos meses de su reveladora entrevista con Oprah Winfrey , el príncipe Harry vuelve a confesarse sobre los momentos más duros de su vida y su salud mental en el documental The me you can’t see (Apple Tv) que preparó junto a la presentadora. En el especial, el hijo menor del príncipe Carlos reveló que, sin duda, el fallecimiento de su madre, la princesa Diana , lo marcó de por vida y que fue ahí donde empezaron sus problemas de salud mental.
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Como nunca Harry se confesó sobre sus ataques de pánico, el momento en el que se decidió a acudir a terapia y de cómo, tristemente, no recibió el apoyo que esperaba de los suyos. A continuación, te presentamos las confesiones más desgarradoras de ese tema en específico de la extensa entrevista.
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“La terapia me ha preparado para poder afrontar cualquier cosa”, compartió el hermano menor del príncipe William. “Tomar la decisión de recibir ayuda no es un signo de debilidad. En el mundo actual, más que nunca, es un signo de fuerza”.
En terapia desde hace cuatro años
El Duque de Sussex confesó que lleva acudiendo a terapia desde hace cuatro años y reconoce que le ha servido para “sanar el pasado”, sin embargo, al inicio no fue fácil, pues tenía ciertos temores. “Soy el primero en reconocer que tenía miedo cuando fui por primera vez, miedo a perder. Cuatro años de terapia para una persona que nunca pensó que alguna vez lo necesitaría es mucho tiempo”, indicó.
El deceso de su mamá, lo más fuerte
De acuerdo con el propio Harry la repentina muerte de su madre, ocurrida el 31 de agosto de 1997, intensificaron sus problemas de salud mental. En aquel entonces, él tenía 12 años, mientras que su hermano mayor, tan solo 15.
Prefirió no hablarlo
Harry admite que la pérdida de su madre lo afectó tanto, que prefirió no hablar de sus emociones. “(Yo estaba como) no quiero pensar en ella, porque si pienso en ella me acuerdo de que no puedo traerla de vuelta y me voy a poner triste. ¿De qué sirve pensar en algo triste? ¿Cuál es el punto de pensar en alguien que has perdido y que nunca va a regresar? Y simplemente decidí no hablar de eso. Nadie hablaba de eso”.
Su entorno no ayudó mucho
Y es que en su entorno familiar tampoco tenía el espacio para conversar sobre ese oscuro capítulo de su vida. “Tampoco estaba en un ambiente que motivara a hablar de eso. Fue mejor quedarme callado”, comentó el nieto de la reina Isabel.
El silencio de su familia
Harry aseguró que de su familia no recibió la ayuda que tanto buscaba: “Pensé que mi familia ayudaría, pero a cada pregunta, solicitud, advertencia, lo que sea... recibía un silencio total”.
En esta imagen, William, Harry y el padre de ambos, el príncipe Carlos en el cortejo fúnebre de la princesa Diana en septiembre de 1997.
Los ataques de pánico
En los años siguientes de su adolescencia y como adulto joven, Harry continuó con sus deberes de royal, restándole importancia a sus emociones, pero en el fondo estaba sufriendo. “Cada vez que me ponía traje y corbata tenía que hacer un papel”, contó el Duque de Sussex, quien reveló que en esos tormentosos años padeció de ataques de pánico que eran “una pesadilla”.
“Cada vez que me subía al coche y cada vez que veía una cámara empezaba a sudar. Sentía como si la temperatura de mi cuerpo fuera dos o tres grados más alta que la de todos los demás. Me convencía a mí mismo de que mi cara estaba totalmente roja y que todos podrían verlo. Fue muy embarazoso”.
Los excesos
Siendo muy joven, Harry encontró en las noches de fiesta un escape de su realidad. “Estaba dispuesto a beber, a tomar drogas, a intentar hacer las cosas que no me hicieran sentir como me sentía”, agregó.
Reconoce que en cierto punto se dio cuenta de que estaba excediéndose. “Poco a poco me di cuenta de que, no bebía de lunes a viernes, pero probablemente estaba bebiendo en un día lo que bebería en una semana. Y no es porque lo disfrutara, sino porque estaba tratando de ocultar algo”.
Sus años felices
En esa misma conversación reconoció que su etapa más feliz fue los 10 años que estuvo en el Ejército, pues no era tratado de forma especial, sino como un soldado más. “No había un trato especial por ser miembro de la realeza”.
Meghan Markle y el príncipe Harry
Años después, al conocer a Meghan Markle, Harry reflexionó y se dio cuenta de que, si no buscaba ayuda de profesionales, su corazón jamás sanaría y peor aún, perdería a Meghan. “Fue al conocer y estar con Meghan cuando supe que, si no iba a terapia y lo arreglaba, iba a perder a la mujer con la que quería pasar el resto de mi vida”.
Abrió los ojos
Tras esas primeras citas con su terapeuta Harry se enfrentó a una dura realidad. “Me di cuenta de que había estado viviendo en una burbuja, dentro de esta familia, dentro de esta institución, estaba atrapado en una mentalidad”.