A casi una semana del fallecimiento del príncipe Felipe , poco a poco han salido a la luz curiosas anécdotas de su vida, detalles poco conocidos de su vida, entre otras cosas, que lo han dejado ver como un personaje fascinante . El autor del último retrato del fallecido príncipe compartió en el pocast de Sky News Daily con Dermot Murnaghan algunos secretos de dicha pintura que están estrechamente relacionados con la familia danesa del esposo de la reina Isabel.
En 2017, el artista australiano Ralph Heimans fue el encargado de llevar a cabo un retrato oficial del Duque de Edimburgo en su hogar, el Castillo de Windsor. Justo ese mismo año, el esposo de la reina Isabel anunció su retiro de la vida pública.
En el retrato, se aprecia al Duque de pie en el gran corredor del Castillo de Windsor, ubicado en las habitaciones privadas que compartía con Su Majestad la Reina. Felipe de Edimburgo está parado de lado con los brazos a la espalda y vestido con un elegante traje de noche. Destaca que lleva una banda de la Orden del Elefante, el honor de mayor rango de Dinamarca, con lo que el príncipe hace un guiño a su ascendencia como príncipe danés.
Recordemos que el príncipe Felipe nació como Felipe de Grecia y Dinamarca. Al casarse con Isabel, heredera al trono británico, Felipe perdió su título de príncipe de Grecia y Dinamarca. Fue entonces que su suegro, el rey Jorge VI, le concedió el tratamiento de Su Alteza Real y lo nombró duque de Edimburgo, conde de Merioneth y barón Greenwich.
Además de ese guiño a su pasado como miembro de la casa real griega, Heimans resaltó el espacio del retrato del príncipe Felipe. Al final de ese gran corredor en el Castillo de Windsor hay una habitación en la que nacieron su madre y su abuela. La abuela de Felipe, Victoria de Hesse-Darmstadt nació en dicho castillo el 5 de abril de 1863, mientras que su madre, Alicia de Battenberg llegó al mundo el 25 de febrero de 1885 en ese mismo lugar.
El pasado 9 de abril, el príncipe Felipe de Edimburgo falleció en ese castillo así que, de acuerdo con Ralph Heimans, “toda la vida del duque se refleja en ese corredor”. El pintor también habló del tiempo que pasaron juntos mientras desarrollaba el retrato y se refirió a la pasión del duque por la pintura, revelando que había practicado como artista en su tiempo libre a lo largo de los años y que solía sentarse en la cubierta del Britannia para pintar el mar y sus paisajes.
“Creo que estuvo muy comprometido durante todo el proceso (de la pintura); lo disfrutó mucho y fue muy conversador después, por lo que fue una experiencia realmente agradable, así como un privilegio muy extraordinario”, destacó.