Príncipe Felipe, el primer y único amor de la Reina Isabel

“Es con profundo pesar su Majestad la Reina anuncia la muerte de su amado esposo, Su Alteza Real el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo. Su Alteza Real falleció pacíficamente esta mañana en el Castillo de Windsor. Se harán más anuncios a su debido tiempo”, fueron las palabras con las que el mundo entero se enteró este viernes 9 de abril sobre el fallecimiento del esposo de la Reina Isabel.

La Reina Isabel y su esposo se conocieron cuando ella tenía tan sólo ocho años y él 13. Ambos coincidieron en la boda de la prima de él, Marina de Grecia, y el tío de ella, el príncipe Jorge. los Duques de Kent, Jorge y Marina. Sin embargo, la verdadera historia de amor inició cinco años después.

En julio de 1939, ambos coincidieron en la Academia Naval de Darmouth, en Inglaterra. El entonces príncipe de Grecia y Dinamarca estudiaba ahí y fue gracias a su porte y buen humor que atrajo la atención de la hija mayor del rey Jorge VI y la reina Elizabeth I, entonces conocida con cariño como Lilibet.

Los chicos, ambos descendientes de la reina Victoria, empezaron a intercambiar cartas que, aunque al principio no eran con intenciones románticas, ayudaron a que su amor naciera.

Felipe contaba con la ayuda de su tío, lord Mountbatten, para que la unión entre el joven y la hija del rey se mantuvieran en contacto. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, la pareja se reencontró para formalizar su noviazgo.

En 1946, Felipe por fin visitó el hogar en Balmoral de la Familia Real, en donde los padres de Isabel conocerían más de cerca al chico que le había robado el corazón. Aunque su estilo no era del completo agrado de los reyes, la joven princesa estaba encantada con aquel joven alto, rubio y de gran sentido del humor que no dejaba de hacerla reír con sus chistes o que la mantenía inmersa en sus anécdotas.

Sin dudarlo, Isabel sabía que había encontrado al hombre con el que quería pasar por el altar y se comprometió en secreto con él. Y aunque su padre no aprobaba del todo la unión, al final la petición de la heredera al trono le fue concedida.

El 20 de noviembre de 1947, la Abadía de Westminster, en Londres, recibió a dos mil invitados para celebrar la unión de Isabel y Felipe. La boda fue la primera en la realeza tras la Segunda Guerra Mundial, un evento que significó una gran fiesta para los ciudadanos.

Desde el principio de su matrimonio, Felipe sabía que debía estar detrás de su esposa por el cargo que algún día ocuparía en el trono. Él, quien había renunciado a sus títulos por amor, encontró un poco de paz cuando en 1949 fue nombrado Segundo Comandante de la Armada en Malta. La pareja estaba feliz e Isabel disfrutaba de su matrimonio como la esposa de un oficial y sin las preocupaciones del trono.

Isabel se convirtió en Reina en 1952, tras el fallecimiento de su padre. Con sólo 25 años, la joven se hizo cargo de su nuevo rol, y contó con el apoyo de su esposo en cada paso que daba, alentándola a asumir el puesto que ha ocupado por casi 70 años.

Durante su matrimonio, la pareja formó una familia junto a sus cuatro hijos: el príncipe Carlos, la princesa Ana, el príncipe Andrés y el príncipe Eduardo.

Como toda pareja, la relación de la Reina y el Duque tuvo altibajos. Entre los más mencionados estuvieron las supuestas infidelidades de parte de él. Sin embargo, el amor pudo más y Felipe permaneció al lado de su esposa a pesar de las especulaciones y el tiempo.