El Duque de Cambridge honró el legado de su madre, la fallecida princesa Diana , al participar en una conversación con un grupo de chicos que forman parte de la organización The Diana Award, la cual tiene como objetivo preservar las creencias de la princesa, quien creía firmemente en que la gente joven tenía el poder de cambiar el mundo. El nieto de la reina Isabel II sorprendió a los jóvenes embajadores, quienes no tenían idea de que el royal se uniría a la videollamada con motivo de la semana anti-bullying, en la que trataron la temática del acoso a través de las redes sociales durante la pandemia.
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La caridad, creada en 1997, ha capacitado a más de 35 mil chicos y chicas como embajadores anti-bullying que trabajan para ayudar a víctimas en escuelas y otras comunidades. A pesar de que las escuelas han permanecido cerradas por varios meses a causa del COVID-19, los integrantes de la organización aseguran que el acoso escolar se ha trasladado a las redes sociales. The Diana Award reportó que 46% de los jóvenes encuestados aseguran haber sido acosados en los últimos 12 meses.
William escuchó con atención a los chicos durante la videollamada, quienes compartieron sus duras experiencias y cómo fue que decidieron tomar acción y ayudar a otros que están pasando por lo mismo que ellos. William quedó asombrado por los testimonios de los chicos y comentó: “Es tan conmovedor escucharlos hablar de la forma en la que quieren ayudar a otros y asegurar que esto (el bullying) no le suceda a nadie más”.
“Eso es la cosa más importante, que ustedes se den cuenta de que esto no los va a afectar y que ustedes quieran asegurarse de que otros no van a pasar por el mismo que ustedes tuvieron que enfrentar”, indicó. “Realmente lamento mucho que hayan tenido que atravesar por esas circunstancias y el bullying. Es desgarrador escuchar cuánto impacto ha tenido en su educación, su vida y cosas por el estilo”.
“Claramente, todos ustedes se han enfrentado a esto y lo han superado, lo cual es fantástico. Porque lamentablemente, esta situación puede rebasar a muchas personas y algunas de ellas no lo superan”.
En la videollamada, William participó con Rose Agnew, de 14 años, de Warwick, Jude Bedford, de 16, de Cambridge, Paige Keen, de 14, de Norwich, e Isabel Broderick, de 15, de West Midlands. Rose, quien ha sufrido de bullying racial, le comentó al Duque sus razones para convertirse en embajadora anti bullying. “Me uní a The Diana Award porque sé lo que es ser intimidado y quiero prevenir a la mayor cantidad de gente posible de que lo tenga. Cuando la gente te odia por un factor que no puedes controlar y que no puedes cambiar, eso te hace sentir indefenso. Obviamente, no hay nada que pueda hacer para cambiar mi color de piel. Y sabiendo que hay gente que, desde el primer minuto de mi nacimiento, me odia sin razón, definitivamente para mí fue muy difícil de enfrentar, sobre todo cuando era más chica”.
Agregó: “Creo que debería haber embajadores anti-bullying en cada escuela, porque si yo hubiera tenido en mi octavo grado a alguien que supiera por lo que había pasado y podría haberme dado un consejo y podría haberme hecho sentir que no estaba sola, si hubiera tenido esa tutoría de igual a igual –que ahora ofrecemos—mi vida hubiera sido muy diferente. Incluso, mis calificaciones no se habrían visto afectadas, y personalmente no me habría afectado”.