El Duque y la Duquesa de Sussex visitaron de forma privada el Cementerio Nacional de Los Ángeles el pasado domingo para formar parte de los homenajes del Remembrance Day. Como tributo solemne, la pareja dejó una ofrenda de flores que la Duquesa recogió de su jardín, en Santa Bárbara. De acuerdo con los reportes de Hello Magazine, Meghan Markle y el príncipe Harry colocaron la ofrenda en dos tumbas de soldados que naciones pertenecientes a la Commonwealth (La Mancomunidad de Naciones). Uno de los soldados sirvió a la Fuerza Aérea Real Australiana y el otro, formó parte de la Artillería Real Canadiense.
Además de esos detalles florales, los Duques colocaron una guirnalda en un obelisco ubicado en el cementerio, el cual tiene una placa en la que se lee lo siguiente: “En memoria a los hombres que ofrecieron su vida en defensa de su país”. El príncipe Harry firmó la guirnalda con un mensaje que decía así: “A todos los que han servido y los que están sirviendo. Gracias”.
Harry, de 36 años, sirvió al ejército por 10 años, y en dos ocasiones estuvo en Afganistán; la primera fue entre 2007 y 2008, y la segunda, en 2012 y 2013. Gracias a su formación militar, tiene los rangos de mayor, teniente comandante y líder de escuadrón. Inspirado en aquellos que ofrecieron su vida a defender a su país, Harry creó los Invictus Games, en los cuales participan los veteranos de la guerra que resultaron heridos y que quedaron con alguna lesión o discapacidad.
En su participación con el podcast Declassified, el pasado domingo, el Duque habló sobre la importancia de rendir un tributo a los caídos en combate, aun estando en pandemia. “Aunque no podamos estar juntos, sí podemos recordar juntos”.
Mientras Harry y Meghan, rendían su homenaje en Los Ángeles, los miembros de la Familia Real hicieron lo propio en Inglaterra, donde acudieron al servicio especial por el Remembrance Day en El Cenotafio, monumento dedicado a los caídos, el cual está ubicado en Whitehall, Londres. La Duquesa de Cambridge acompañó a su esposo, el príncipe William , quien dejó una guirnalda de flores en El Cenotafio, al igual que su padre, el príncipe Carlos , el cual acudió en representación de la reina Isabel.
Debido a las restricciones sanitarias por la pandemia del COVID-19, no todos los integrantes de la Familia Real pudieron estar presentes en el homenaje, sin embargo, la Reina pudo observarlo desde un balcón del edificio de Relaciones Exteriores, junto a su dama de compañía, Susan Rhodes.