Con miles de planes cancelados este 2020, muchas bodas de la realeza y de las celebridades también han tenido que ser pospuestas. La princesa Beatriz , quien se casaría con Edoardo Mapelli Mozzi el 29 de mayo, tuvo que tomar la decisión de cambiar la fecha de su enlace. Ahora su primo, el aristócrata Henry Roper-Curzon y su novia, la filántropa mexicoamericana Hanna Jaff, han tenido que aplazar un poco su gran día. En una entrevista con HOLA! USA, Hanna compartió cómo ha ajustado los planes de su boda, además de la forma en la que ha llevado el hecho de estar lejos de su prometido. “Teniendo en cuenta los tiempos tan inciertos y la emergencia sanitaria, pensamos que lo mejor sería retroceder con nuestros planes lo más posible”, indicó la también autora de libros.
Hanna, de 33 años, y Henry, de 34, habían elegido el 11 de julio de 2020 para convertirse en esposos, pero debido a la pandemia del coronavirus , la pareja decidió cambiar sus planes y hacer algunos arreglos. “Harry y yo iremos a cenar al lugar donde tuvimos nuestra primera cita y después planeamos ir a su casa, donde nos estarán esperando nuestros amigos más cercanos y nuestras familias”, dijo sobre sus nuevos planes.
La pareja, la cual se comprometió el 2 de enero en los Alpes Suizos, inicialmente había planeado dos bodas, una en Inglaterra y una más en México. Luego de que su boda fuera, de una celebración de verano a una en otoño en los meses de noviembre y diciembre, la estrella de Made in México tuvo que cambiar algunos detalles, incluidos los lugares dónde celebraría su enlace nupcial en México, pues los escenarios que había seleccionado previamente eran terrazas y lugares abiertos. Por suerte, los venues en Inglaterra siguen siendo los mismos, el Palacio de Westminster y el Pylewell Park.
Con estas modificaciones, no habrá lugar para fuegos artificiales y por la temporada, se tendrán que cambiar las flores del evento. Hanna también ha añadido un abrigo a su vestido de novia, de Elie Saab. “Al principio estaba un poco triste, pero dado que el mundo está pasando por tanto en este momento, hay problemas más grandes por los que preocuparse”, asegura la graduada de Harvard, refiriéndose a los cambios de su gran día. “No pensé que fuera apropiado celebrar un momento feliz cuando hay tanta gente pasándola tan mal. Me mantuve en paz con eso, traté de estar positiva y enfoqué mi tiempo en energía positiva, en ser agradecida por lo que tengo y esperando a casarme con el amor de mi vida hacia el final del año”, agrega.
Además de enfrentar los cambios de planes, la pareja, cuyas iniciales serán las de H y H, ha estado separada a causa del COVID-19. “La distancia realmente hace crecer el amor. Te das cuenta de que tienes que estar agradecido por lo que tienes todos los días”, indica Hanna. “Vivo en Londres, pero el 10 de marzo vine a San Diego y, debido al cierre, no pude regresar a Reino Unido. Todos los días extraño a Harry. Incluso he tenido un par de crisis debido a eso. Esta experiencia nos dejó con una relación más fuerte, con mayores habilidades de comunicación y aprendimos mucho más el uno del otro y de nosotros mismos”.
La originaria de San Diego cuenta que no ha vivido en su ciudad natal desde que tenía 17 años, debido a que ha estado estudiando y trabajando en el extranjero, y que únicamente regresa por períodos cortos. “La cuarentena me dio la oportunidad de poder pasar tiempo con mi familia y mis amigos más cercanos otra vez, incluso parece como un retiro antes de casarme y empezar un nuevo capítulo”, indica. “Mi tiempo libre consiste en pasar tiempo en línea con mi prometido y mi familia, además de ejercitarme, meditar, ponerme al corriente con mis lecturas, trabajar en mi libro y planear todo lo relacionado a mi boda. (Mi tiempo está) principalmente enfocado en la superación personal, proyectos personales y nuevas metas”.
Hanna también ha estado ocupada en sus negocios. “Tengo una fundación y una línea de ropa que dirijo todos los días: Fundación Jaff por la Educación y la campaña We Are One, que ayuda a personas vulnerables en diferentes problemas sociales para erradicar el odio, la división y la discriminación”, comparte. “La Fundación Jaff y We Are One trabajan juntas. Cada vez que un artículo de We Are One se vende, se dona un libro a través de la Fundación Jaff. Ahora, en lugar de donar libros, se está donando material para prevenir la propagación del COVID-19 en comunidades de bajos recursos”.