El rey Felipe VI ha rechazado la herencia personal de su padre de aproximadamente $ 58.2 millones. El dinero, que se había ubicado en una cuenta en el extranjero, fue un regalo que se le dio a su progenitor, el rey Juan Carlos, como un regalo de Arabia Saudita mientras estaba en el trono. Debido a este vínculo, muchos comenzaron a preguntarse de dónde provenía la riqueza de la realeza española, lo que llevó a Felipe a hacer el anuncio oficial de que renunciaría por completo a esa herencia.
En una declaración oficial de la Casa Real, “el Rey Juan Carlos es consciente de su decisión de renunciar a la herencia de Don Juan Carlos que podría corresponderle personalmente, así como a cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen, características o propósito puede no estar de acuerdo con la legalidad o con los criterios de rectitud e integridad que rigen su actividad institucional y privada. y que deben informar sobre la actividad de la Corona”.
En la extensa nota de prensa, se explicaron las razones: “La Corona debe (...) garantizar la dignidad de la Institución, preservar su prestigio y observar una conducta recta, honesta y transparente, como corresponde a su función institucional y responsabilidad social. Porque, solo de esta manera, tendrá derecho a la autoridad moral necesaria para el ejercicio de sus funciones. Hoy, más que nunca, los ciudadanos exigen con razón que los principios morales y éticos inspiren, y un gobierno ejemplar, nuestra vida pública. Y el rey, al frente del Estado, debe ser no solo una referencia, sino también un servidor de esa demanda justa y legítima de los ciudadanos”.
La Casa Real hizo saber que todos y cada uno de los lazos con los fondos vinculados con el rey Juan Carlos se han cortado oficialmente tanto para Felipe como para su hija, la Princesa Leonor .