La reina Máxima y el rey Willem-Alexander de Holanda han abierto las puertas del Palacio Huis ten Bosch para dar a los fanáticos de la realeza la oportunidad de echar un vistazo al interior de su nuevo hogar familiar. La pareja y sus tres hijas, las princesas Catharina-Amalia, de 15 años, Ariane, de 12 años, y Alexia, de 14 años, se mudaron a la residencia en The Hague el 13 de enero de 2019. El Palacio Huis ten Bosch es una de las tres residencias oficiales de la familia real holandesa.
Máxima y su familia residían en la Villa Eikenhorst, en Wassenaar. Antes de la mudanza, el rey Willem-Alexander confesó: “Es emotivo partir [de Wassenaar]”. Por su parte, Máxima comentó: “Dejamos esta casa con nostalgia”, y agregó: “significa mucho para nosotros”.
La princesa Beatrix, madre de Willem-Alexander, vivió en el Palacio Huis ten Bosch hasta 2014. El edificio es un monumento nacional del siglo XVII. Se utiliza como palacio residencial y para propósitos representativos, como recibos oficiales de dignatarios. ¡Asómate al interior del nuevo hogar de la reina Máxima!
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El candelabro de la entrada fue diseñado por Studio Drift, el cual crea instalaciones y esculturas interactivas que exploran la relación entre la naturaleza, la tecnología y la raza humana. La escultura “Frágil Futuro” de los reyes está hecha con el fruto de los dientes de león, mientras que los bulbos esponjosos fueron recolectados a mano y pegados, semilla por semilla, a la iluminación LED.
Como cualquiera podría asumir, el palacio tiene un impresionante salón de baile. El Palacio Huis ten Bosch fue renovado en los años recientes por la Agencia de Bienes Raíces del Gobierno Central. Durante la remodelación se reemplazaron el tejado y los escalones del edificio. Los históricos techos de estuco y la fachada también se renovaron. Se retiró el asbesto y la madera podrida.
El Salón Azul del palacio cuenta historias acerca de la familia real y su país. Las paredes del salón están diseñadas con objetos que son importantes para sus ocupantes, incluso patines y el Hansje in de Kelder de plata. Aquí pueden verse los cascabeles que pertenecían a la princesa Beatrix, así como jarrones color naranja, cunas y sillas para niños.
Entre las elaboradas salas del palacio está la Sala China. Como muchas de las otras salas, esta tiene una opulenta chimenea y un candelabro. Los muros del salón están diseñados con detalles chinos y el techo tiene hermosos ornamentos.
Además de la Sala China, el recién remodelado hogar de la familia real holandesa tiene una Sala Japonesa que cuenta con numerosos sitios para sentarse. Un candelabro cuelga al centro de la habitación.
El domo del Oranjezaal, que puede verse en la parte superior del palacio, está diseñado con lienzos históricos, paneles y pinturas arqueadas de la Edad de Oro.
El Salón ADN, fotografiado aquí, antes era conocido como el Groene Salone. La habitación fue renombrada, de acuerdo con NOS, porque el ritmo de las decenas de miles de ladrillos que cuelgan de las paredes representan el ADN del rey Willem-Alexander y la reina Máxima, su esposa. En esta habitación se exhiben fotografías enmarcadas de varios monarcas, incluso la reina Isabel II, la reina Silvia y el rey Carlos Gustavo XVI de Suecia y los reyes de España, Felipe VI y Letizia.
¡Ningún hogar está completo sin un comedor! El salón Witte Eetzaal es un extravagante comedor, perfecto para recibir a un gran número de comensales para la cena. Los invitados de Máxima pueden sentarse en las sillas que rodean la enorme mesa al centro.