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Los reyes de Holanda han comenzado su Visita de Estado a Irlanda que concluirá en cuatro días, el próximo viernes día 14 de junio. El acto inaugural ha sido una reunión con el presidente del país, Michael D. Higgins, y su esposa, Sabina Coyne, en Arás an Uachtaráin, la residencia oficial del mandatorio irlandés.
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Para la ocasión, haciendo gala de su excelente estilo, la reina Máxima eligió un impactante look que sigue las últimas tendencias en moda. Máxima se decantó por un favorecedor diseño drapeado en el pecho en tonos beige. El vestido, muy elegante, hizo que todas las miradas se posaran en ella debido a los apliques dorados simulando llamativos brazaletes en las mangas.
Con cuello a la caja, manga larga y corte midi la reina Máxima ha encontrado este vestido-joya entre los diseños de la última colección de Alta Costura de la firma Claes Iversen. Un sello en el que ha confiadoen varias ocasiones, sobre todo cuando quiere innovar y mostrar su imagen más moderna. En esta llamativa creación, los apliques dorados de las mangas simulan los aros que llevan en el cuello las mujeres africanas de la tribu ndebele.
Para un mayor énfasis, completó el look con un cinturón de metal en dorado. Como complementos, Máxima de Holanda busca la coordinación con un sombrero tipo casquete y de estilo Jackie Kennedy. Un efecto que también logra con sus guantes a juego. Además, lleva unos salones en tonos metalizados y detalles transparentes de vinilo, de Gianvito Rossi; un clutch en color oro, de Begum Khan, y unos preciosos pendientes lágrima en color ámbar.
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Por la noche, la pareja asistió a una cena de gala en el palacio presidencial, donde, de nuevo, se convirtió en el centro de todas las miradas. La reina de Holanda lució un precioso vestido de encaje y transparencias en tonos esmeralda a juego con su tiara. Un look de inspiración romántica firmado por Jan Taminiau, otro de sus diseñadores de cabecera, y que estrenó hace un par de años en la boda griega de Filippos Lemos y Marianna Goulandris.