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Este sábado, las Duquesas de Cambridge y Sussex se han dejado ver esta sábado en Wimbledon en el All England Lawn Tennis and Croquet Club, en Londres, donde se disputará la final femenina entre la alemana Angelique Kerber y la estadounidense Serena Williams. Esta es la primera vez que las esposas de los príncipes William y Harry aparecen juntas y sin la compañía de sus esposos o de otro miembros de la Familia Real en un acto público.
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Cada una lució su propio estilo y al llegar al lugar donde se disputaría el torneo, causaron sensación y se convirtieron en el centro de las miradas. Kate Middleton lució un vestido blanco con lunares de manga corta y un bolso de mano. En tanto, la Duquesa de Sussex eligió para esta ocasión unos pantalones blancos con una camisa de manga larga con rayas azules y un moño messy, uno de sus looks preferidos. Para cubrirse del sol durante el encuentro, ambas llevaron un sombrero tipo borsalino.
Además de coincidir con este accesorio, es importante destacar que las dos han elegido el color blanco como base de sus looks, un guiño a la obligación que deben seguir los jugadores de Wimbledon de usar este tono durante los partidos.
Con la mejor actitud y una gran sonrisa, las dos saludaron a los fotógrafos que estaban ahí, así como a diversas personalidades encargadas de la organización del torneo. Antes de la gran final femenina, las Duquesas fueron testigos de la semifinal entre Rafael Nadal y Novak Djokovic, la cual se reanudó este sábado luego de que el viernes se suspendiera por superar el horario límite de Wimbledon.
El hecho de que ambas hayan aparecido juntas por primera vez solas en este evento no parece una casualidad, pues Serena Williams es una de las mejores amigas de la Duquesa de Sussex y su presencia es un nuevo gesto de la buena relación que tienen y del apoyo que quiere mostrar a la tenista.
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La apretada agenda de Meghan Markle esta semana
La Duquesa de Sussex está recién llega de Irlanda, donde ha estado esta semana junto con el príncipe Harry en su primer viaje oficial. Además de esa visita, los Duques han tenido una semana frenética. Para empezar, el lunes acudieron al bautizo de Louis, el tercer hijo de los Duques de Cambridge, quien fue bautizado en la capilla real del Palacio de St. James, el mismo lugar en el que Meghan recibió las aguas bautismales en marzo, dos meses antes de su boda en Windsor. Al día siguiente fueron junto con la Familia Real a la Abadía de Westminster para conmemorar el centenario de la Royal Air Force y esa misma tarde viajaron a tierras irlandesas.
A principios de este mes, fue la Duquesa de Sussex quien llevó a su confidente Serena Williams a ver un partido de polo en el que participaron Harry y William. El encuentro se llevó a cabo en el Audi Polo Challenge, que se celebró en Ascot y en el que también estuvo Alexis Ohanian, esposo de la deportista. Fue en ese torneo, pero de julio de 2017, donde los Duques de Sussex hicieron su primera aparición pública como pareja.