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Conoce todos los detalles de cada una de las coronas de la Reina Isabel


Junio 14, 2016 6:05 AM EDT
ercorona1 a© Getty Images

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Las joyas de la corona guardan grandes secretos e historias, sobre todo, cada una de las tiaras que ha usado la Reina Isabel. Con 90 años de vida, la Reina ha portado todo tipo de piezas desde que era apenas una niña, pero desde su coronación, ha tenido en sus tiaras a las eternas compañeras de una vida. Silenciosas, discretas, pero siempre en lugar protagonista, estas joyas tienen sus propias anécdotas al ser testigo de cada uno de los momentos importantes en el reinado de Isabel II.

Cada detalle de estas tiaras las hace especiales. A diferencia de las típicas reliquias familiares que viven en el joyero familiar, las coronas de la Reina son guardadas en una habitación de dimensiones similares a las de una pista de hielo a 12 m por debajo del Palacio de Buckingham. Ahí es en donde se guardan las piezas que pertenecen al monarca en vida y que son heredadas de generación en generación para que sigan brillando al pasar de los años. Aunque por derecho la Reina Isabel posee todas las joyas de la corona, son estas privilegiadas tiaras las que han sido usadas por la monarca.

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THE BELGIAN SAPPHIRE TIARA

Los zafiros de esta corona fueron recibidos por la Reina como un regalo de bodas de parte de su padre, el Rey George VI. En un inicio, el set estaba solo compuesto por un collar y unos aretes pero en 1952, la Reina pidió que el collar fuera cortado para poder hacer más joyas con las piedras, incluso pediría que se le hiciera una pulsera a juego para poder usar en ensamble completo. Pero no fue sino hasta 1963 cuando compró un juego de diamantes y zafiros que pertenecieron a Louis de Bélgica para mandar a hacer una tiara que combinara con este juego.

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KOKOSHNIK TIARA

Una de las más llamativas y elegantes en la colección es la corona que la Reina heredó de su abuela, la Reina Mary. La primera dueña de la famosa pieza fue la Reina Alexandra, quien la recibió como un regalo por su aniversario de bodas de manos de un grupo de mujeres que querían conmemorar la fecha. En aquel entonces, tuvo un precio aproximado de 4,400 libras esterlinas que tendrían un equivalente de 400,000 libras esterlinas actuales ($10,600,000 pesos mexicanos, aproximadamente). Alexandra pidió que el diseño de esta tiara estuviera inspirado en la kokoshnik rusa que pertenecía a su hermana, la Emperatriz Marie Feodorova. De Alexandra pasó a las manos de su nuera, la Reina Mary, quien sería quien la dejó a Isabel II en 1953, desde entonces la Reina la ha llevado en todo tipo de ocasiones.

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BURMESE RUBY TIARA

Ésta es una de las piezas más recientes en la colección de los Windsor, aunque fue hecha de las joyas provenientes de la Nizam of Hyderabad Tiara, una corona de Cartier hecha en 1930 que la Reina había recibido como regalo de bodas. En los años 70s, la Reina pidió que se desmantelara la pieza original para recrearla en este nuevo diseño de Garrard que incluye diamantes y 96 rubíes que también fueron un regalo de matrimonio para la Reina. La razón de las 96 joyas carmín es que el pueblo de Barman quería proteger a la Reina de las 96 enfermedades que consideraban más peligrosas. Éste no es el único significado detrás de la tiara, las flores que se ven en la corona representan el heraldo de las rosas que representaban a los Tudor.

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DIAMOND DIADEM

Una de las coronas más famosas de la monarca y en definitiva una de sus favoritas, es la Diamond Diadem. Cada año se le ve llevándola durante la apertura del Parlamento antes del cambiarla por la tiara de su coronación durante la ceremonia. La pieza perteneció al Rey George IV quien la mandó a hacer en 1820. La joya está hecha con 1333 diamantes, incluyendo algunas piedras muy extrañas en amarillo como centro de las cruces. Con especial significado, la tiara da representación a las rosas inglesas, cardos escoceses y los tréboles irlandeses. Como dato curioso, al momento de su creación los monarcas rentaban las joyas que adornaban las tiaras, pero en este caso, la empresa decidió venderlas para la coronación de George IV. A su muerte, la tiara ha pasado por todas las reinas de la familia, sean por herencia o consortes, hasta llegar a las manos de la Reina Isabel.

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GIRLS OF GREAT BRITAIN AND IRELAND TIARA

La consentida de la Reina y la que más lleva en eventos públicos es la Girls of Great Britain and Ireland Tiara. Fue creada por Garrard en 1893, cuando la Reina Mary la recibió como un regalo de bodas de parte de un grupo de damas, razón detrás de su nombre. Actualmente está hecha de enteramente de diamantes, pero en su forma original contaba con 14 perlas, que después pasarían a ser parte de la Lover’s Knot Tiara. En su momento, la tiara tuvo un costo aproximado de 144,000 libras esterlinas actuales ($3,816,000 pesos mexicanos aproximadamente). A su vez, la Reina Isabel la recibió de manos de su abuela como un regalo en su boda y desde entonces se refiere a ella con cariño como la “Granny’s Crown”. Como secreto, la corona puede ser desmontada para convertirse en un hermoso collar de diamantes.

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BRAZILIAN AQUAMARINE

Esta corona fue comisionada a Garrard por la Reina después de recibir un collar y aretes de aguamarina de parte de Brasil en 1953 para celebrar el inicio de su reinado. El ensamble se fue formando poco a poco,  en 1958 se sumaron al set un brazalete y un broche, y en 1971 una peineta. Ya con el kit completo, la Reina decidió encargar una tiara a juego, la cual ha sido modificada en varias ocasiones a través de los años. Aunque entre las casas europeas son pocas las piezas de aguamarinas, es la Reina Isabel quien cuenta con más joyas de este tipo, al parecer, porque le encantan. Tal vez, el cariño de la monarca por las piezas venga de aquel regalo que sus padres le hicieran en su cumpleaños 18 con unos clips de estas piedras preciosas. Se dice que esta corona es una de sus favoritas de su estilista, Angela Kelly.

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GRAND DUCHESS VLADIMIR TIARA

Bolin, el joyero de la corte de los Romanov en Rusia, fue el encargado de hacer esta tiara que perteneció en su creación a la Gran Duquesa Maria Pavlova. Esta realizada de círculos de diamantes entrelazados con perlas colgantes, las cuales pueden ser removidas. Cuando Maria Pavlova tuvo que dejar San Petersburgo ante la abdicación del Zar Nicolás II, mientras que sus joyas se quedaron escondidas en la bóveda de su casa y después tuvieron que ser recuperadas por su hijo, el Gran Duque Boris, ayudado por su amigo, el británico Bertie Stopford. Fue así como esta corona llegó a Londres. En 1920 fue encontrada en una caja de seguridad cuando Garrard hacía un recuento de las joyas de la Gran Duquesa y ante la muerte de Maria Pavlova, la Reina Mary compró un lote de sus piezas, incluida la Vladimir Tiara. En este momento se le hacen modificaciones, pudiendo usarla con las perlas colgantes o con un juego de esmeraldas. Ante la muerte de la Reina Mary, la corona fue heredada por su nieta, la Reina Isabel. Ésta es una de las coronas con más historia en el joyero de la Reina, gracias a los grandes sucesos históricos a los que sobrevivió.

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QUEEN MARY’S FRINGE TIARA

El día de su boda, la Reina Isabel llevó la Queen Mary’s Fringe Tiara, la cual fue hecha en 1919 a partir de un collar que la Reina Mary recibió como regalo de bodas. La abuela de la Reina heredaría la corona a la Reina Madre, quien la prestó a sus hijas para el día de sus bodas. En un hecho increíble, la corona se rompió justo antes de que la Reina saliera hacia la Westminster Abbey para celebrar su matrimonio y tuvo que ser arreglada de emergencia antes de la ceremonia. Con 47 barras de diamantes, también fue diseñada con inspiración rusa y la Reina Isabel la heredó en el 2002 ante la muerte de su madre. Puede ser llevada como collar, algo que Isabel II nunca ha hecho, pero sí la ha usado en contadas ocasiones después del día de su boda.