,type=downsize)
Apenas tiene unas horas de nacido, pero el pequeño Raphaël, hijo de Carlota Casiraghi y el comediante Gad Elmaleh, ya ha recibido sus primeras visitas en el Hospital Princesa Grace, el mismo en el que nació su madre hace 27 años.
Su tío abuelo, el Príncipe Alberto, y su esposa, Charlene, han sido los primeros afortunados en conocerlo, haciendo espacio en su apretada agenda de compromisos con motivo de las festividades navideñas para felicitar a su sobrina, Carlota, en esta nueva y emocionante etapa como madre.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Sin duda, el nuevo integrante de la familia Grimaldi fue uno de los bebitos más esperados este año, especialmente por la discreción y privacidad con la que su madre vivió su embarazo sin revelar detalle alguno del género del bebé o la fecha de parto. Sin embargo, en Palacio la llegada del pequeñito se esperaba con confiada calma. Razón por la cual en plena víspera del nacimiento de su segundo nieto, la Princesa Carolina acompañó a su hermano, el príncipe Alberto, en el estreno de "Weekend of a Champion", el documental que Roman Polanski realizó siguiendo al piloto de Fórmula 1 Jackie Stewart en el Gran Premio de Mónaco de 1971.
Como es costumbre en estas fechas, los príncipes Alberto y Charlene cumplieron con una de las tradiciones navideñas instauradas por la princesa Grace desde 1956; visitaron hospitales y hogares donde dieron obsequios a los enfermos, visitaron a los mayores que pasan las fiestas en residencias y repartieron regalos a los niños. Llamó la atención el estilismo elegido por la Princesa Charlene, quien se apuntó a la gran tendencia del invierno, el tartán, luciendo un una falda larga escocesa de cuadros de talle alto y hebillas en el lateral, que combinó con un bolero de manga larga de terciopelo negro.
De esta manera, el Príncipe Alberto y Charlene llevaron, como cada año, la alegría a todos los monegascos, aunque esta vez el mayor regalo lo recibieron ellos horas después con la llegada de Raphaël.