La Gala del Met está a solo unas semanas de celebrarse, y siendo una de las noches más importantes de la industria de la moda, es inevitable mirar hacia atrás y recordar algunos de los looks más icónicos… y ¿por qué no? También aquellos que pasaron desapercibidos, pero que con el paso del tiempo han cobrado relevancia gracias a detalles que hoy salen a la luz.
Al evento más fashionista del año únicamente asisten celebridades y personalidades que han tenido alguna aportación significativa al mundo de la moda. En 2013, la lista de invitados estuvo encabezada por Kim Kardashian —embarazada de North West—, Rooney Mara, quien en esa edición formó parte del clan anfitrión, y, por supuesto, las hermanas Olsen, quienes se habían posicionado como las it-girls de la década con una estética boho chic.
Met Gala 2013: Punk: From Chaos to Couture
Hace 12 años, la edición de la Met Gala celebró la cultura punk, un movimiento caracterizado por su actitud contracorriente e individualista, que desafía a la autoridad y lo convencional. Esa noche vimos a celebridades desfilar con atuendos en los que predominaban los tonos oscuros, detalles metálicos, melenas platinadas y peinados exóticos.
Anne Hathaway impactó con un vestido de Valentino y un corte pixie platinado; mientras que Miley Cyrus apostó por un vestido de red firmado por Marc Jacobs, que complementó con un peinado de picos. La mayoría de los asistentes siguieron esta estética... sin embargo, Mary-Kate y Ashley Olsen desafiaron toda expectativa con atuendos que, en su momento, fueron incomprendidos y malinterpretados.
La historia detrás del look de Ashley Olsen en la Met Gala 2013
Las hermanas (sobre todo Ashley), optaron por atuendos que, a simple vista, parecían alejarse del código de vestimenta de la noche. Sin embargo, justo como lo hace la cultura punk, su elección desafió la norma —y ese fue su statement: rebelarse de una manera sutil.
Mary-Kate lució un vestido de archivo de Chanel negro con detalles y aplicaciones doradas. Ashley, por su parte, apostó por una silueta de archivo de Dior en tonos cítricos, con aplicaciones de cuentas y brillos que le daban un aspecto etéreo. La pieza fue confeccionada a mano y requirió horas de trabajo minucioso.
Mark Townsend, hairstylist de las Olsen, explicó en una entrevista que, siguiendo la misma lógica de lo artesanal y hecho a mano —tan propio del Do It Yourself del punk—, el peinado de Ashley fue realizado sin herramientas de calor. Para lograr sus icónicas ondas, el experto dividió el cabello en secciones y lo dejó secar al natural.
Aunque en su momento los looks de Mary-Kate y Ashley parecían no encajar con la temática, su esencia punk radicó precisamente en eso: desafiar las expectativas. Así que, la próxima vez que juzgues un atuendo de la Met Gala, asegúrate de conocer la intención detrás del look… y su historia.