En la moda, hay prendas y siluetas que han dejado huella; una de estas es el New Look, un estilo que data de 1947 y que se le atribuye al gran creativo francés Christian Dior.
En aquellos años, el fundador de la casa que hasta hoy sigue marcando pauta en el mundo de la moda luchó contra el contexto social derivado del final de la Segunda Guerra Mundial. Su objetivo fue devolver a las parisinas el gusto por el lujo y el glamour femenino.
Lo logró a través de la confección de piezas que enaltecían la figura de la mujer: faldas amplias y tops ceñidos a la cintura que lograban esa sofisticadísima silueta que ha sido replicada incontables veces a lo largo de las décadas. Hoy, una de las mujeres con más estilo del mundo, la reina Máxima
Máxima de Holanda y su atuendo New Look en actos diplomáticos
La visita del sultán de Omán a los Países Bajos ha dejado grandes momentos de moda cortesía de la siempre impecable reina argentina. Como es costumbre, las recientes apariciones públicas de Máxima Zorreguieta nos han fascinado con su natural habilidad para crear atuendos memorables: ella puede verse chic tanto con jeans y chaleco como con el vestido más opulento.
En esta ocasión, optó por una propuesta recatada y llena de sofisticación, claramente inspirada en las musas de los años cuarenta y cincuenta. Los cortes —exquisitos— son una oda a aquel icónico New Look de la maison francesa de Christian Dior.
Para esta reunión, en la que la familia Orange dio la bienvenida al soberano omaní, Máxima eligió una falda negra con vuelo, de corte por debajo de la rodilla y confeccionada en una tela estructurada que le aporta cuerpo a las tablas, sutiles pero presentes.
En la parte superior —siguiendo la enseñanza del gran Dior— la reina neerlandesa optó por un elegantísimo saco en color marfil que ya había lucido en otras ocasiones. Esta pieza, que es una oda a la sastrería por su ajuste perfecto, está bordada en todos sus bordes con aplicaciones blancas y perla que le aportan un encanto ligeramente maximalista, tan propio del estilo de Máxima.
Como complemento, una pamela de rafia negra y de ala ancha añadió un toque extra de lujo a este atuendo tan reconocido por los volúmenes que crean la silueta de reloj de arena.
Para completar el outfit, Máxima eligió accesorios que equilibran elegancia y personalidad. En cuanto a joyería, optó por unos clásicos pendientes de perlas, muy conservadores, al igual que sus zapatos: unos tacones negros de punta cerrada. Sin embargo, se permitió un guiño más atrevido con unos guantes de cuero y un discreto, pero fascinante, clutch con diseño en tramado de piel.