Si hay una mujer que ha definido la elegancia atemporal en la realeza europea, es Carolina de Mónaco. Su estilo impecable y su relación cercana a diseñadores como Christian Louboutin y el difunto Karl Lagerfeld ha hecho que cada una de sus apariciones sea un referente de elegancia, y su más reciente aparición no fue la excepción.
Carolina de Mónaco brilló (literalmente) al llegar al Baile de la rosa 2025, un evento donde el glamour y la tradición se fusionaron a la perfección. Esta vez, la princesa apostó por un diseño con el que reafirmó su estatus como ícono fashionista y musa de novias e invitadas.
Los detalles del look de Carolina de Mónaco en el Baile de la Rosa
Cada año el Baile de la Rosa se lleva a cabo con una temática distinta, esta vez fue algo así como un verano en California. Y para ir de acuerdo a la temática, la princesa de Mónaco apostó por un vestido de silueta fluida y hombro asimétrico, con detalles de textura y brillos en los las mangas, evocando una estética etérea y elegante, pero llena de encanto, un diseño firmado por Chanel.
Acompañó su vestido con accesorios minimalistas y un beauty look impecable, Carolina encarnó a la perfección esa mezcla entre sofisticación y modernidad que la ha convertido en un referente de moda para mujeres de diferentes generaciones. Su estilo ha trascendido temporadas y tendencias, convirtiéndola en un sinónimo de buen gusto y sofisticación.
No es necesario buscar referencias lejanas para comprobar su influencia, basta con analizar los atuendos de su hija, Carlota Casiraghi, quien la tomó como referencia para su propio vestido de boda en 2019. Para la recepción, Carlota lució un diseño vintage de Chanel con un aire nostálgico con el que rindió homenaje al icónico vestido nupcial de Carolina en su boda con Philippe Junot en 1978. Esta conexión entre madre e hija comprueba que el legado de estilo de la monarca sigue vigente y continúa siendo inspiración para las nuevas generaciones.
Más allá de este evento, la estética de la Princesa de Mónaco ha influenciado a novias que buscan un aire clásico y sofisticado sin caer en lo predecible y monótono. Desde trajes de inspiración vintage hasta vestidos con cortes limpios y detalles arquitectónicos inesperados, Carolina de Mónaco confirma que una vez más que es la musa definitiva para quienes desean reflejar glamour y realeza en su gran día.