Es muy común pensar en la realeza y la moda en conjunto. Esto se debe a que, desde siempre, las grandes monarquías han tenido acceso a los más prestigiosos diseñadores y de esta unión han surgido, en la historia reciente, personajes como la dulce y clásica Lady Diana Spencer, la reina del maximalismo, Máxima de Holanda, y la sofisticada princesa Grace Kelly.
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En esta última es en quien nos enfocaremos, pues la famosa actriz de Hollywood que se convirtiera en la princesa de Mónaco, era dueña de un encanto insólito, una clase muy natural y una belleza arrebatadora. Estas cualidades las han heredado algunas de sus descendientes y entre ellas destaca Alexandra de Hannover, la joven de 25 años que naciera de la unión entre la princesa monegasca Carolina Grimaldi y el noble alemán Ernesto Augusto de Hannover.
Por sus venas corre la elegancia y, con los años, ha enfocado sus esfuerzos en convertirse en una de las mujeres mejor vestidas. Sin duda inspirada por su abuela, por su madre y por su hermana mayor, Alexandra nos ha regalado en distintas ocasiones algunos momentos en los que la moda se convierte en el factor protagónico.
Ya sea con total looks de distintas firmas cuando aparece en el front row de las semanas de la moda más importantes, o en eventos especiales de sus populares familias, la joven siempre se destaca del resto y lo mismo sucedió hace unas noches, cuando estuvo presente en una de las fiestas más importantes del año de su familia materna, la gala tradicional del Día Nacional de Mónaco.
El look maximalista y elegante de Alexandra de Hannover en el Día Nacional de Mónaco
A pesar de que hubo algunas ausencias notorias, hemos de hablar de quienes sí estuvieron en esta importante fiesta nacional, misma que se llevó a cabo en el Foro Grimaldi. A este espacio acudió la familia real monegasca encabezada por el príncipe Alberto y la siempre elegante Charlène de Mónaco, quien lució muy sobria y clásica con un vestido azul.
También de azul estuvo la flamante hermana mayor del líder del principado europeo, Carolina. La popular heredera de Grace Kelly posó junto a su hija menor, la guapa Alexandra, quien se destacó con un espectacular vestido en un tono muy brillante y que nos encantó por sus elementos maximalistas.
Se trató de un diseño de Giambattista Valli, uno de los creativos que más le gustan a la joven princesa, y de quien difícilmente se pierde alguno de sus desfiles de sus colecciones haute couture y prêt-à-porter. Esta pieza pertenece a los archivos del italiano, pues fue presentada en 2017; sin embargo, como una buena obra de alta costura, no pierde su relevancia.
Este protagónico vestido en tono rojo púrpura está confeccionado en una tela muy delicada en la parte superior, que permite la formación de olanes cortos en el área del pecho. Debajo de este detallado trabajo, cae una opulenta falda con mucho volumen, la cual está dividida a la mitad, sumando otro toque al diseño.
Con un atuendo tan relevante, la princesa –que estuvo acompañada por Ben-Sylvester Strautmann, su pareja de más de siete años– eligió nivelar con elegancia y decidió portar una gargantilla y pendientes de diamantes a juego y, fiel a su esencia, eligió un maquillaje muy natural y cabello suelto, pero perfectamente peinado en un clean girl look.