Una novia con mucho estilo: Sira Pevida nos habla del amor y los invaluables consejos para una boda de ensueño [EXCLUSIVA]

Al final nunca sale todo como lo planeas. En aquel entonces, más que disfrutar el momento estuve enfocada en que todo saliera como lo esperaba. Aunque cuando vi el resultado me gustó.

Sí, intentaría estar más presente en lugar de ocupar mis pensamientos en la perfección.

Complicado, pero no tanto. Sabía que quería un vestido de encaje clásico y me casé con un Monique Lhuillier. Mi boda fue en Acapulco, así que tenía que buscar algo fresco. En general, soy una persona que sabe lo que quiere. Cuando vi el vestido supe que era ese.

Fui una novia super tradicional, aunque creo que mi personalidad es todo lo contrario. Era muy joven y gran parte de mi boda fue a elección de mis papás y mis suegros. Hoy entiendo que en los preparativos para el día de tu boda debes seguir tus instintos para que todo sea como tú quieres, sin obedecer al gusto de los demás.

El momento en que mi hermano me entregó. Tengo una relación super cercana con él y cuando me casé él estaba super chiquito. Fue muy emotivo. Ahora me burlo muchísimo de Alex porque no paraba de llorar, parecía que era el peor día de su vida.

Las amo, porque siento que reflejan tu personalidad y dan el toque final al outfit. El día de mi boda, por tradición, yo usé las de mi abuela.

Los seguí todos. Yo me quería casar con perlas porque me encantan, pero en casa me dijeron que simbolizan las lágrimas de la novia en el matrimonio así que las dejé de lado y usé diamantes. Llevé lo azul y lo prestado y hasta ahora he tenido suerte en mi matrimonio, aunque no sé si fue eso o que tengo mucha paciencia.

Están en mi armario. Hace poco los saqué para volver a probármelos, pero está decidido que no me voy a vestir de novia otra vez. Mientras tanto están ahí guardados porque uno nunca sabe, quizá mi hija quiera adaptarlos y usarlos para su boda civil.

Sí, de hecho, me voy a volver a casar. El próximo año festejaré el 15º aniversario de boda. Todo el mundo se espera a cumplir los 20 o 25, pero yo quiero adelantarme. Amo organizar fiestas y ver a la gente feliz.

Evitar a los invitados por compromiso.

Me gustaría que hubiera más glamour. Apostar por sombreros, accesorios y el romanticismo sin caer en el cliché de la novia clásica que usa encaje. Lo que sí es super importante es buscar algo que sea timeless, porque en veinte años vas a ver tus fotos y quieres sentirte identificada con eso. Creo que no se trata de tendencias sino de estilos. Si concuerdan con tu ADN y tu personalidad siempre que lo veas vas a decir: ¡Me gustó lo que elegí!

Sí o sí debes tener un buen wedding planner. Por más que creas que tú sola lograrás tener todo bajo control, en el día de la boda necesitas alguien que esté pendiente de los detalles. Una persona en la que confíes y te conozca.

Todos queremos la super boda, pero en ocasiones el tema de tener miles de flores y una mega decoración se puede cambiar por algo sencillo y elegante. Ahora lo minimalista está más de moda.

Disfrutar, estar presente y por último me enfocaría muchísimo en el cuidado de la piel con una buena rutina de skincare que te deje un rostro bien hidratado. Al final, las fotos perduran y no hay nada mejor que una novia con poco makeup.

El típico ¡no voy a comer ni tomar nada para verme super flaca! Tampoco es buena idea hacer la fiesta un día antes y llegar super desvelada a tu boda, como a mí me pasó.

Me casé pensando que el matrimonio era un cuento de hadas y yo sería la princesa forever y obviamente con el paso del tiempo, la vida y la llegada de los hijos, te vas dando cuenta de que es un trabajo diario de parte de los dos. Crecemos con ese cuento de que él te tiene que hacer feliz, pero se trata de un compromiso mutuo, madurez y admiración. El verdadero amor es sobreponerse a los conflictos porque siempre los hay.

Admiración, respeto, amistad y diversión.

El tiempo porque siento que últimamente nos hace falta mucho estar juntos porque ambos viajamos mucho y cuando estamos en casa aprovechamos también para estar con los niños. Nuestro tiempo a solas es cada vez menos por eso es importante buscar esos espacios. Lo que más añoro son los viajes de pareja y esa parte que con hijos se complica mucho.