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Fue en el año 2000 que una de las colaboraciones más legendarias del mundo de la moda cobró lugar. Pero, para entender el impacto e importancia de este suceso casi histórico, debemos remontarnos a 1984 cuando el joven estudiante de diseño, Marc Jacobs, conoció el estilo urbano del artista Stephen Sprouse y quedó marcado para siempre por los graffitis llenos de color que podían distinguirse a kilómetros de distancia. A partir de ese momento, Jacobs sin saberlo, acababa de plantar una semilla creativa que más tarde cobraría vida.
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Años después, Marc Jacobs se encontraba en uno de los momentos más importantes de su carrera al fungir como Director Creativo de Louis Vuitton. Es bien conocido el enorme impacto que el joven diseñador tuvo en la firma pero, sobre todo, en el logo de la misma. Las ideas “fuera de la caja” de Jacobs consiguieron sacar a Louis Vuitton de la idea que representaba de ser sólo una marca de baúles y bolsos de piel, para convertirla en una de las marcas más deseadas del momento. Fue bajo esta estrategia que Marc Jacobs retomó su pequeño sueño de estudiante y decidió contactar a Stephen Sprouse.
La primer colaboración Jacobs-Sprouse
La idea de Marc Jacobs era clara: revolucionar el mundo del lujo con ayuda del street style para crear piezas memorables y únicas. Fue así que comenzó la colaboración entre Stephen Sprouse y la maison. Sprouse era conocido por ser un diseñador de moda que impregnaba sus diseños con graffitis de una manera poco convencional. Su estilo era particular y reconocible sin importar la pieza, el color o la colaboración que hiciera. Fue esta esencia disruptiva la que atrajo a Marc Jacobs.
Para la colaboración, Sprouse intervino diferentes piezas icónicas de la marca con frases que se convirtieron en la dualidad perfecta entre lo tradicional y lo contemporáneo. Los clásicos bolsos y baúles de la marca se convirtieron en una expresión creativa que nos daba un pequeño vistazo a la nueva faceta de la firma.
Marc Jacobs y su nueva colaboración con Stephen Sprouse
24 años después de este impresionante lanzamiento, Marc Jacobs toma la decisión de replicar la fórmula pero, esta vez con su propia marca homónima. Si existe una pieza que ha marcado esta generación es, sin duda, la icónica bolsa “The Tote Bag” de Marc Jacobs. A dondequiera que vayamos, este bolso ha adquirido popularidad entre las personas y celebridades, quienes han sido conquistados por su versatilidad y funcionalidad. Hoy, el diseñador ha decidido reinventar esta pieza mientras hace un homenaje al trabajo de Stephen Sprouse.
En las redes sociales de la marca, Jacobs anunció que, para celebrar su aniversario número 40, recrearía la colaboración Vuitton x Sprouse pero, esta vez con su propia firma. Para Marc Jacobs, el legado que dejó el artista, quién falleció en 2004, es muy importante tanto para la moda como para la cultura urbana por lo que esta colaboración fungirá como una manera de expandir su herencia.
Para celebrar este lanzamiento, Marc Jacobs se unió con algunos representantes de la marca, como Christy Turlington y Lil Uzi.