Sheynnis Palacios, la actual Miss Universo, ha vivido un reinado colmado de compromisos y de viajes por todo el mundo. Hace unas semanas, la nicaragüense hizo distintas apariciones en países asiáticos y ahora ha llegado el turno de Europa, donde la reina latinoamericana visitará algunas ciudades.
Su primera parada en este continente fue en la Costa Azul de Francia, donde actualmente se realiza en Festival Internacional de Cine de Cannes. A este evento –que ha reunido a celebridades de todo el mundo como la mexicana Salma Hayek y la famosa Anya Taylor-Joy – la llegó para brillar en las alfombras rojas.
Además, estar en este certamen fílmico, el más importante en el mundo, también fue un sueño cumplido para la joven modelo que en unos días llegará a los 24 años, ya que en múltiples ocasiones ha dicho que le gustaría, al terminar su reinado, perseguir una carrera en producción audiovisual, por lo que estar presente en Cannes es un gran primer acercamiento a este mundo.
El vestido con el que Sheynnis Palacios asistió al Festival de Cannes
Amante de los brillos, la reina hizo honor a su título portando un elegante vestido en tono crudo colmado de lentejuelas y cristales que la hicieron destacar en este importante evento para la industria cinematográfica.
Sheynnis eligió un diseño de Tykorchélli, una firma de Atlanta, Georgia, especializada en crear piezas hechas a medida. Este vestido pertenece a la Diamond Collection, la cual está inspirada en las mujeres que buscan destacarse, y así lo hizo Sheynnis, luciendo su escultural figura con el atuendo casi recto, de cuello alto y sin ningún tipo de escote.
Otro de los atributos del look de alfombra roja fueron las largas mangas, hechas a partir de la misma tela del vestido con enormes olanes que ofrecieron mucho movimiento a la guapa modelo, quien para esta parición eligió no llevar muchas joyas, más que unos aretes de diamantes.
Para lucir aún más todos los brillos del vestido y sus accesorios, Sheynnis tuvo a bien recoger su icónico corte bob, en un relajado atado lleno de textura y, como nos tiene acostumbrados, un maquillaje con poco color y con gran protagonismo en los ojos.