La prensa francesa ha expuesto la posible disolución de uno de los matrimonios más mediáticos de Europa, el formado por la hija de la princesa Carolina de Mónaco , Carlota Casiraghi, y el productor de cine francés e hijo de Carole Bouquet, Dimitri Rassam.
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Su relación inició en 2017 y fue ese mismo año cuando realizaron su primera aparición pública. Desde entonces, aunque discretos, los esposos que llegaron al altar en junio de 2019 se han convertido en protagonistas de distintos eventos en los que resaltan por su estilo.
Algunas veces con la familia real de Mónaco, otras tantas en actividades relacionadas con el cine como los estrenos de películas en festivales como el de Cannes, el amor por la moda de la socialité y el productor queda evidenciado en las fotos que se logran captar de ellos juntos.
De manera individual, Carlota es dueña de una elegancia natural y heredada. Descendiente de la espectacular Grace Kelly , su estilo se ha mantenido a lo largo de sus años adultos. Es embajadora de Chanel y tiene acceso a, prácticamente, cualquier diseñador del mundo. Para eventos la hemos visto tan sofisticada como le es posible y aunque generalmente con líneas conservadoras, sabe divertirse con la moda.
Para su día a día, la sobrina de Alberto y Charlène de Mónaco se permite looks casuales, pero siempre conservando la estética y buen gusto, por lo que los paparazzi la han encontrado con jeans, gabardina y cómodos tenis muy en tendencia.
Por su parte, Dimitri fue un popular soltero francés, más aun por ser descendiente de la actriz Carole Bouquet. Desde antes de su matrimonio con la socialité ya se mostraba elegante. Comúnmente visto con el pelo entre bohemio y old money, se apoderó de un estilo muy discreto a la hora de vestir. Colores sobrios, cortes clásicos y pocos o nulos estampados, son algunas de las máximas del productor de 42 años.