Estamos acostumbrados a que los desfiles de Chanel sean la máxima expresión de elegancia y sofisticación, con el arte de la costura explotado a su máxima potencia. Pero es precisamente año con año, cuando la firma francesa por excelencia se da a la tarea de celebrar la labor de las personas detrás de su atelier, en su colección Métiers D'Art, que se da la oportunidad de experimentar con distintos estilos, colores, texturas e inspiraciones. Si el año pasado el color vibrante de Dakar fue el hilo conductor de su propuesta, este año ha decidido jugar con un concepto completamente diferente. Virginie Viard ha tomado como inspiración los aspectos más característicos del estilo de Manchester, Inglaterra, que en los años 60s se caracterizaba por el uso de las minifaldas y una industria algodonera que le ha permitido resaltar en la industria. Pero su estilo no se quedó ahí y es que en los años 90s, aquellas minifaldas tableadas se vieron conjugadas con las botas de piel y chamarras del mismo material que marcaban una contraposición única de aquel lugar. Se sabe que los toques de Manchester son siempre más edgy, fríos y duros, pero al conjugar estas dos épocas de su historia se puede tener como resultado un estilo que, curiosamente, empata a la perfección con los emblemas característicos de la firma francesa. Si tienes dudas de que esto sea posible, adéntrate con nosotros en esta colección que ha dejado a más de uno impresionado.
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Las claves previas de esta colección
Siguiendo los lineamientos no escritos de la ciudad, los anuncios de esta colección se hacían en los tradicionales pósters que por décadas han cubierto las paredes de esta ciudad industrial. Si se quería ver qué se anticipaba para esta colección, bastaba ver a Kristen Stewart, quien desenfadadamente lucía uno de los trajes tradicionales de tweed de la firma, compuesto de saco y falda tableada, pero combinado con unas biker boots de piel desabrochadas, con las lengüetas por fuera. Con el clima de la ciudad, habitualmente bajo las nubes con lluvia, no sorprendía que la mayoría de los invitados llegaran en distintos abrigos de tweed de la firma, la mayoría de ellos en combinaciones negro con blanco, acercándose más a la propuesta grunge que a la colorida paleta que se vería sobre la pasarela.
Cuando comenzaron los cambios a aparecer en el show, quedaría claro que se buscó un equilibrio entre los coloridos y ligeros 60s en la ciudad inglesa, con los detalles grunge que desde los 90s caracterizan a la zona. Las mini -mini- faldas se veían pasar entre las modelos, siempre combinadas con elementos invernales, gorros y bufandas, los colores eran destellantes, pero se mantenía el toque industrial con un sinfín de estampados. Por supuesto, se hacía homenaje a la llamada Cottonopolis, apodo que Manchester se ganó en el siglo 19 al hacerse cargo de la producción de textiles de algodón para todo el mundo.
Las sillas altas de los pubs, el pavimento (porque sí, se realizó en una de las calles de la ciudad) y los graffitis combinaban a la perfección como el escenario de este show en el que los accesorios más utilitarios eran la norma. El clásico newsboy hat -en su versión clásica y en el diseño arquitectónico de los años 60s-, las bermudas de lana y los zapatos Mary Jane fueron componentes de esta colección distintiva de la Inglaterra urbana.
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Una multitudinaria front row
Como suele suceder en estos desfiles, un sinfín de celebridades se han dado cita para conocer esta colección. Infaltables como Kristen Stewart y Carlota Casiraghi hicieron acto de presencia, pero no han faltado también algunas celebridades británicas que no han querido perderse la ocasión. Hugh Grant, Alexa Chung, Lucy Boynton -con un maquillaje muy a la Twiggy-, Jenna Coleman, Tilda Swinton -luciendo los accesorios más dramáticos y clásicos del grunge- fueron solamente algunas de las celebrities que estuvieron en el show, en el que se ha vivido un claro espíritu británico, con todo y los reglamentarios paraguas que cerraron el show haciendo un firme guiño al clima de Manchester.
