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Después de que celebrara su cumpleaños 53, la agenda de Rania de Jordania no se ha detenido. Y es que en las últimas dos semanas, los compromisos de la esposa del Rey Abdalá ha tenido distintos viajes para cumplir con sus compromisos internacionales. Si la primera mitad del año se vio enmarcada por los respectivos enlaces nupciales de sus hijos mayores, ahora se ha convertido en el momento en el que Rania se pueda entregar completamente a las causas que considera más cercanas a su corazón. Si pasó el verano en el conocido ‘campamento para millonarios’, al que acudió acompañada por su esposo, además del Príncipe Heredero y su esposa Rajwa, ahora Rania aplica en solitario lo aprendido en estas ponencias. Si los compromisos comenzaron en Jordania, con una reunión con jóvenes emprendedores, pronto se tuvieron que hacer maletas, para que Rania se desplazara a Londres, en donde dio un discurso como parte de la CogX Global Leadership Summit, que busca reunir agentes de cambio en los ámbitos de los negocios, el gobierno, la ciencia y la educación, buscando oportunidades de transformación. En un perfecto inglés, la Reina de Jordania habló de la importancia de ver hacia el futuro con la consciencia de que el progreso no se da por sí mismo y que todavía hay un gran porcentaje de personas en completa pobreza. Una vez terminado ese compromiso, Rania volvió a emprender el vuelo, esta vez con destino a Nueva York, en donde se reunió con la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, y la Reina de Bélgica, Matilde, para el evento Champions for Children, de la UNICEF. Esta no sería su única parada en la Gran Manzana, pues también, asistió a un evento de la iniciativa GAEA del Foro Económico Mundial.
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Para el evento en el que Rania estuvo acompañada por Jill Biden y Matilde de Bélgica, eligió un sobrio, pero femenino look, que construyó a través de piezas ya conocidas de su clóset con algunos estrenos. La prenda clave para esta ocasión fue la falda midi a la cintura con una estructura formada, en negro con magenta y verde de Dior. Se trata de un modelo nuevo en el guardarropa de Rania y que se encuentra todavía a la venta por 1,900 euros (alrededor de $34,760 pesos mexicanos). La ha combinado con una blusa de mangas cortas con un poco de volumen y botones de perla, de la misma firma francesa, que también se encuentra todavía disponible en la tienda digital por 2,150 dólares (aproximadamente $36,809 pesos mexicanos).
Como complementos, se le vio llevando el bolso minaudière conocido como Knot, por el detalle de su broche en morado, de Bottega Veneta. Con el tradicional tejido de la firma, en negro con el broche en dorado, tiene un precio de 3,800 dólares (poco más de $65,000 pesos mexicanos). El toque final fueron sus tacones de Tom Ford, que combinan las transparencias en negro con la punta en rosa satinado, que se presentaron por primera vez en la colección primavera verano 2018 de la marca, desde cuando llegaron al clóset de Rania.
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La versión business smart de Rania
Si para su primer compromiso se le veía en una versión sumamente femenina, para la segunda aparición en la Gran Manzana apostó por un look que dejaba claro que estaba en modo negocios. La Reina apareció luciendo un traje sastre en rojo carmín de la firma Gabriela Hearst. El saco es del modelo Angela que lleva la botonadura cruzada en otro tono y dos bolsos a los lados, que se puede conseguir por 2,190 dólares (poco más de $37,494 pesos mexicanos), mientras que los pantalones son del modelo Vesta, que tienen un precio de 990 dólares (algo así como $16,949 pesos mexicanos).
Para contrastar con el rojo de este traje, Rania llevó en café un bolso modelo Brillant de la marca Delvaux, que parece ser de una edición anterior, al tener unos tejidos a los lados que no se encuentran en los modelos actuales. De hecho, al buscar este bolso, solo se puede encontrar en sitios de reventa y su precio está por encima de los 10 mil dólares. Lo ha combinado con unos tacones en el mismo tono.
