A pesar de que al calendario todavía le queda un poco del verano, el regreso a clases de los niños suele cerrar el período estival, y con esto comienza la despedida de los looks de la temporada como el que Michelle Obama ha presumido. Después de unos meses complicados, en los que los Obama enfrentaron la pérdida de su chef personal, quien falleció en los alrededores de su residencia en Martha’s Vineyard mientras practicaba kayak, parece que el matrimonio comienza a retomar el curso. Después de que se les viera con sus dos hijas mayores, los Obama aparecieron en el primer día de la nueva edición del US Open. La pareja no solamente se encontraba en el USTA Billie Jean King National Tennis Center de la ciudad de Nueva York en calidad de espectadores, sino que también se tenía planeado que Michelle diera uno de sus empoderadores mensajes. La ocasión no era para menos y es que esta vez se estaba celebrando el 50 aniversario del pago equitativo entre hombres y mujeres competidores de esta importante justa deportiva. Con esto en mente, Michelle echó mano de un look que combinara el toque casual de un evento deportivo con el estilo que la caracteriza, además de mantener las reglas de la temporada. Desde su partida de la Casa Blanca, Michelle ha relajado un poco su estilo y se ha permitido experimentar más con sus elecciones. Si de por sí, siempre ha sido una amante del color y las siluetas favorecedoras para su figura, ante la libertad que su nueva vida le permite, se le ha visto jugar con distintos estilos en su melena, colores más vibrantes y looks más relajados para ocasiones como ésta.
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El look de Michelle Obama en el US Open
Es así como la madre de Malia y Sasha apareció en el estadio luciendo una combinación práctica y muy adecuada para la ocasión. Esta vez, Michelle apareció con un estiloso vestido de mezclilla. Aunque una prenda en total de este material suele ser difícil de llevar, la esposa de Barack Obama lo ha hecho de maravilla, eligiendo un diseño con escote de corazón y una estructura marcada estilo corset en la parte superior con delicados tirantes. La falda corte midi cuenta con vuelo, otorgando llamativas dimensiones a la pieza que está firmada por Oscar de la Renta. Aunque en el sitio de la marca parece que el diseño ha volado, en My Theresa ha pasado de 2,500 euros (alrededor de $45,691 pesos mexicanos) a 1,750 euros (aproximadamente $31,983 pesos mexicanos).
Haciendo gala de uno de los trucos a los que Michelle suele recurrir cuando lleva vestidos de este tipo con corte A, para favorecer su figura, la ex primera dama ha combinado el vestido con un suéter estilo torero, de lana en azul marino, que arremangado, mantenía el aire casual de la aparición. Además de sus pulseras de cuentas en negro y sus arracadas plateadas, el toco final de este look para Michelle fueron unas cómodas alpargatas modelo Glyn de la firma francesa Chloé, que se pueden conseguir por 350 dólares (algo así como $5,877 pesos mexicanos).
Para cargar de jovialidad este look, la abogada se dejó ver con la cabellera que lleva en trenzas en este momento, recogida en una coleta alta con una raya de lado al frente. Este estilismo combinado con su enorme sonrisa y las gafas tornasol que se puso en algún momento de la presentación, hicieron que para nadie pasara desapercibida.
En nombre de las mujeres
Michelle tomó el estrado para presentar a Billie Jean King, ante el 50 aniversario del pago igualitario entre hombres y mujeres en el US Open. Conocida por sus inspiradores mensajes, Michelle recordó cómo la ex jugadora reunió a sus colegas para amenazar de realizar un boicot en contra del torneo, a menos de que se les pagara lo mismo que a sus contrapartes masculinas. A partir de ese momento, Billie no dejó de luchar por el papel de la mujer dentro del deporte, algo que fue reconocido durante las palabras de Michelle.
Además de este discurso, se sabe que los Obamas se reunieron con la joven tenista Coco Gauff, encargada de jugar el primer partido del abierto en contra de Laura Siegemund. A pesar de que Coco vivió un momento tenso, al quejarse con el árbitro sobre el manejo del tiempo de su contrincante, la joven admitió que su encuentro con los Obama hizo que estuviera de mejor ánimo. “De hecho los acabo de conocer antes de venir aquí, así que mi ánimo es un poco más amable. A lo mejor estoy diciendo cosas un poco más amables de lo que planeaba realmente. Eso ha iluminado mi ánimo tanto…Nunca voy a olvidar ese momento por el resto de mi vida. Sí, pasé de estar verdaderamente molesta después de ganar a estar realmente feliz. Estoy tan contenta de haberlos conocido. También me dieron muy buenos consejos”, dijo en una entrevista a su salida del partido.
