Aunque el 2023 acaba de comenzar, la moda prêt-à-porter ya mira hacia la temporada otoño-invierno. Antes de cerrar el calendario de las Semanas de la Moda otoño-invierno 2023 en París, Milán presentó sus desfiles con propuestas tanto arriesgadas como clásicas de la mano de grandes firmas. El gran ausente de esta edición fue Versace, que ha elegido desfilar en Los Ángeles el próximo 10 de marzo, fuera del calendario oficial, mientras que Boss y Luisa Beccaria también decidieron no asistir esta temporada.
Milán Fashion Week: recap de los desfiles de otoño-invierno 2023
Si la moda de París es conocida por su impoluta sofisticación, la de Milán es referente de atrevimiento, todo ello sin abandonar la fusión de elegancia y sensualidad que consolidaron las grandes divas del cine italiano. A continuación encuentra las tendencias que veremos en las calles en la recta final del 2023, de la mano de las casas de moda italianas con mayor impacto.
Gucci: un diálogo con el pasado y el futuro
Gucci presentó su colección de transición: entre la sorpresiva salida de Alessandro Michele, el pasado noviembre, tras siete años como director creativo de la firma, y el futuro que vendrá con Sabato De Sarno a la cabeza (quien debutará en la próxima semana del prêt-à-porter milanés en septiembre).
Mientras tanto, la colección otoño/invierno 2023/24 de Gucci consistió en un recopilatorio de lo mejor de cada reinado que ha existido en la marca: desde la sensualidad de Tom Ford con siluetas marcadas y adornos con encaje reminiscentes de piezas de lencería; el famoso color block de Frida Giannini con impresionantes abrigos coloridos de faux fur, hasta la mezcla de texturas y trajes sastre de Michele, incluso una versión con hombros voluminosos, escotes pronunciados, y pantalones de tiro bajo. Un lenguaje tanto erótico como glamuroso.
La camelocracia de Max Mara
Ian Griffiths se inspiró en la icónica Émilie du Châtelet que brillaba por su inteligencia: fue una excelente matemática, física y filósofa, que tradujo la obra de Newton al francés. Partiendo de eso, la firma italiana presentó su colección “Camelocracia”, término que desvela el tono clave del desfile: el camel. ¿La prenda central? El abrigo en todas sus interpretaciones: trench, de líneas rectas, de peluche. La sastrería también conquistó la pasarela con conjuntos, looks monocromáticos, vestidos tejidos con guantes y gorro a juego. El accesorio principal fue el maxicinturón que acentuaba la cintura de las modelos.
Prada: glamour tridimensional
Raf Simons demostró con esta colección que menos es más. La casa de moda italiana, fundada en 1913, reinventó el uniforme de una forma práctica. Con flores en efecto 3D que brotan de las prendas, conjuntos de faldas y blazers de cuero de color. La mezcla perfecta entre minimalismo y elegancia. La pasarela de Prada también significó el reencuentro de dos mejores amigas sobre la pasarela: Gigi Hadid y Kendall Jenner, quienes modelaron las nuevas creaciones de la firma.
Maison Marigela: deconstrucción y reconfección
La sastrería se ha convertido en el común denonimador de esta temporada. Sin embargo, Maison Marigela, como es costumbre, siempre sorprende. En esta ocasión, pudimos ver blazers deconstruidas y vueltas a hacer con mangas metalizadas. Una textura que ya vimos en la Semana de la Moda de Nueva York. Marigela también propuso chalecos sastre, cuellos en V pronunciados... y confirmó la tendencia de botas plateadas por encima de la rodilla.
Moschino: surrealismo en su máxima expresión
Jeremy Scott encontró inspiración en uno de los pintores con mayor reconocimiento del siglo XX: Salvador Dalí. El director creativo presentó trajes con cortes irregulares, faldas de pico de gallo, tweed y estampados de flores distorsionadas, a través de modelos que aparecieron con enormes plumas que simulaban crestas sobre sus cabezas.
Dolce&Gabbana: sensualidad elegante
“Sensuale” es como titularon Stefano Gabbana y Domenico Dolce su nueva entrega, en la que destacaron los vestidos con transparencias y las prendas de inspiración lencera, que recordaron a los icónicos looks de la marca en los 90. También brillaron los impecables abrigos y sastres. Prendas teñidas de negro, dorado y rojo marcaron la gama de la pasarela de Dolce & Gabbana- con la aparición estelar de la modelo Ashley Graham- y la presencia de Kim Kardashian y JBalvin en el front row.
Fendi: deconstrucción lujosa
Kim Jones, una vez más, apostó por looks que no olvidan los clásicos de la marca; desveló que se inspiró en Delfina Delletrez Fendi, diseñadora de joyas de la cuarta generaciónde la familia. Las prendas que presentó aluden a la deconstrucción, pero sin perder de lado un guiño al lujo. Igualmente, se deja cabida a detalles de estética punk, pero, igualmente, chic. Sobre la pasarela, esto se traduce en faldas plisadas de cuero, vestidos drapeados o trajes de estilo masculino. Entre otros detalles, también vemos muchos cuellos de tipo halter, asimetrías y algún que otro elemento especial como las lentejuelas o los tejidos brillantes. En la paleta cromática, ha usado colores oscuros (sobre todo el gris o el azul) combinándolo con tonos más vivos como el naranja o el rosa.
Bottega Veneta: double trouble
Bottega Veneta, con Matthieu Blazy a la cabeza, adelantó que algunos de los elementos que veremos por las calles durante los próximos serán las crinolinas y las botas mucho más allá de las rodillas. Sin embargo, el desfile de Bottega Veneta tuvo como estrella a los bolsos: uno de ellos, el modelo sardina, que ya tienen en su guardarropa celebs como Kendall Jenner. La casa de moda italiana también se sumó al trend de la double bag: llevar dos bolsos al mismo tiempo, jugando con las texturas, los colores y tamaños. Algo que vimos el año pasado en los desfiles de Chanel y Loewe. Una costumbre que también ha llegado a la pantalla grande con Carrie Bradshaw(And Just Like That).
Ferragamo: universo monocromático
Maximilian Davis presentó su segunda colección para la firma con una estética inspirada en los años cincuenta, la cual derrochó elegancia en atuendos monocromáticos, carentes de estampados. Con una gama cromática que comprendía desde el elegante gris hasta diversas tonalidades de azul. Sin embargo, también estuvo presente el animal print y colores vibrantes como el amarillo. Un elemento que saltó fue el charol brillante combinado con PVC para múltiples prendas.