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En la era de la cultura de la cancelación, las redes sociales y los usuarios detrás de ellas (muchas veces al amparo del anonimato que brinda un avatar) han hecho de los juicios sumarios y las condenas inmediatas (costumbres que como sociedad civilizada creíamos haber dejado atrás hace muchos años) una práctica de todos los días.
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Para aquellos poquísimos que no habían escuchado sobre este tema, hace unos días Daniel Roseberry, Director Creativo de la firma de moda Schiaparelli, presentó la colección de Alta Costura primavera-verano 2023. La colección se inspiró en la obra “Divina Comedia”, escrita por el italiano Dante Alighieri. La obra maestra está dividida en Infierno, Purgatorio y Paraíso. Es en la primera parte de esta obra de la que Roseberry ha tomado inspiración para sus diseños de esta colección. En una parte del Infierno de Dante, éste se enfrenta con los “terrores”, representados en la obra por un león, un leopardo y un lobo. Roseberry ha tomado estas representaciones para traducirlas en tres looks sobre la pasarela, que modelaron íconos de la moda como Naomi Campbell, Irina Shayk y Shalom Harlow. En primera fila, Kylie Jenner utilizaba un modelo similar al león.
Las redes sociales explotaron juzgando, a priori, las creaciones por varios motivos: unos porque llegaron a pensar que eran cabezas reales trabajadas con técnicas de taxidermia (dato falso y aclarado desde un principio por la casa de moda, que explicó que eran réplicas hiper realistas elaboradas con pelo falso y materiales plásticos), otros porque, aunque falsas, las cabezas inducían a la caza.
Entendiendo el origen de la casa de moda Schiaparelli
Elsa Schiaparelli fue una diseñadora italiana que fundó su casa de moda en 1927. A Elsa, personaje que en su época poseía la misma relevancia que su contemporáneo Salvador Dalí, se le atribuye no solo la creación del mono femenino y de la falda-pantalón, sino la expansión del movimiento surrealista hacia los terrenos de la moda. Tal como sus contemporáneos en otras artes como la literatura, la poesía y la pintura, Schiaparelli buscaba plasmar el arte hurgando el inconsciente y “el funcionamiento real del pensamiento sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral”, tal como describe André Breton en su Manifiesto Surrealista.
“Para mí diseñar ropa no es una profesión, sino un arte”. -Elsa Schiaparelli.
Desde entonces, los sucesores al mando de la casa de moda, inspirados por su ADN, han intentado plasmar en sus creaciones esos pensamientos sin procesar, tal como los vivimos en nuestra mente, algo que Roseberry ha logrado con perfecta precisión en esta colección que también presentó bustiers que sobrepasan la línea de los hombros y que terminan hasta entrada la línea del rostro y que buscan, en la belleza misma de un vestido o prenda de impecable confección, enfrentarnos con nuestros propios miedos para vencerlos y empoderarnos.
PETA, Irina Shayk y otros personajes al rescate de la esencia artística de Schiaparelli
Poco después de la presentación y de la polémica creada alrededor de ella, personajes como Ingrid Newkirk, presidenta de la asociación Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA, por sus siglas en inglés) escribió “los looks de Kylie, Naomi e Irina celebran la belleza de los animales salvajes y bien pueden servir como una declaración en contra de la caza de animales como trofeo, en la que los leones y lobos son destruídos para satisfacer el egoísmo humano. Estas fabulosas e innovadoras cabezas de animales tridimensionales muestran que cuando hay voluntad, hay un camino. Invitamos a todos a apegarse a los diseños 100% libres de crueldad animal que muestran el ingenio humano y que previenen el sufrimiento animal”.
“Apoyo a estos increíbles artistas que trabajan incansablemente con sus propias manos para esculpir este león... Me siento honrada de haber sido llamada y de haber prestado mi arte a este proyecto”. -Irina Shayk
Por su parte, la top model Irina Shayk a través de una publicación desde su cuenta de Instagram compartió con sus más de 20 millones de seguidores: “Apoyo a estos increíbles artistas que trabajan incansablemente con sus propias manos utilizando materiales como lana, seda y polímeros para esculpir este león bordado, una imagen de orgullo, una imagen que Schiaparelli evoca al tiempo que explora temas como la fuerza. Me siento honrada de haber sido llamada y de haber prestado mi arte como mujer a este proyecto”.
Abordado desde diferentes ángulos, estas voces de apoyo nos muestran que todo lo que vemos, escuchamos, leemos y que pretendemos comprender no solo tienen una cara, sino muchas aristas. Solo queda esperar que en un mundo en donde todos tenemos una opinión, esta sea formada dejando a un lado la ignorancia y la desinformación. Recordemos que la moda, como el arte, provoca reflexiones al convertirse en un reflejo de la sociedad en la que vivimos.