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Stéphane Rolland dedicó su colección de Alta Costura primavera-verano 2023 a Brasil, tierra que frecuentaba antes de la reciente pandemia. Su fuente de inspiración fue el premiado film “Orfeo negro” (1959), del director de cine francés Marcel Camus, que reinterpreta el mito griego de Orfeo y Eurídice, en clave brasileña. Un desfile que inició con una serie de diseños blancos con una llamativa asimetría de carácter arquitectónico, que recordaban a los volúmenes del arquitecto nacido en Río de Janeiro, Oscar Niemeyer. Vestidos tubulares, de seda gazar blanca, que recordaban a las columnas del Palacio de la Alvorada en Brasilia. Una gama de tonalidades claras que fue in crecendo hasta culminar en una explosión de la Amazonia. Creaciones con telas fluidas y relieve de ondas en colores café, negro y verde.
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Este último pigmento escondía un guiño. Pareciera ser un tributo a Jennifer López y el vaporoso estilismo con el que asistió a los Premios Grammy del 2000. Entonces, el Director Creativo cerró su puesta en escena con atuendos dorados. Tótems esculpidos en 3D sobre los vestidos que reflejaban la luz. Accesorios maxi confeccionados de ébano. El clímax fue magistral: la top Nieves Álvarez apareció enfundada en una túnica de novia color oro con piedras de origen brasileño que enmarcaban su rostro, emulando el barroco eclesiástico de Brasil.
