A finales del pasado mes de noviembre, luego de una visita fugaz a Las Vegas por los Latin GRAMMY, Georgina Rodríguez viajó a Catar con toda su ‘tribu’. La modelo española no podía perderse la participación de Cristiano Ronaldo en su quinto y último Mundial. Pero además de apoyar a su pareja, la influencer ha aprovechado esta travesía para hacer un poco de turismo, eso sí, sin dejar de lado nunca el estilo.
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Desde lo alto del palco en el estadio, y hasta en su recorrido por el desierto catarí, Georgina ha reafirmado su lado papel como ícono fashionista, también ha dado cátedra a la hora de repetir piezas y crear looks distintos.
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La infalible falda lápiz
A su llegada a Catar, Georgina hizo un recorrido por Katara, un pequeño pueblo de gran valor cultural ubicado en el centro de Doha. En este tour tuvo como anfitriona a la jequesa Al Mayassa bint Hamad Al-Thani, hermana del actual emir.
Para esta cita, en la que se dejó ver en compañía de su pequeño Mateo, la modelo optó por un prenda atemporal como pieza central de su look: una falta lápiz color negro. Georgina agregó una camisa gris y unos tacones altos terminados en punta en tono plata. Además de las gafas oscuras, la española usó un bolso Classic Flap blanco, de Chanel. El pelo lo llevó recogido en un chongo en la nuca, dejando a la vista unos discretos pendientes.
Jeans sí, camiseta no
Su primera visita al estadio fue en la ciudad de Rayán, el día de partido entre Portugal y Corea del Sur. Georgina asistió acompañada por cuatro de sus hijos, así como por su hermana Ivana Rodríguez y algunos amigos. Mientras que todos llevaron camiseta de la selección lusa, ella optó por llevar los colores de la patria de su pareja en el corazón.
La española usó unos jeans wideleg en color azur oscuro, con detalles dorados bajo la pretina. En contraste, usó una blusa satinada color verde amarillo, de estilo pussybow, con mangas obispo. Las joyas no podían faltar: pendientes largos, anillos y un infaltable reloj con diamantes. Su larga melena la llevó semi recogida, mientras que en el maquillaje apostó por la naturalidad.
Little Black Dress
En su estancia en tierras cataríes, la española visitó la exposición de la Maison Valentino en Doha. En esta salida, usó un vestido ajustado, con manga larga y cuello alto, en contraste con unas botas blancas de caña alta, terminadas en punta.
El lujo se hizo presente en este conjunto con un bolso Birkin 30, de Hermès, en piel de cocodrilo color burdeos. La influencer llevó la melena recogida en un chongo en la nuca, y apostó por la discreción en cuanto a joyería: usó solo unos pequeños broqueles, su inseparable anillo de rubí y un reloj dorado.
Sport en el desierto
En su visita con los suyos al desierto, Georgina dejó ver su look más deportivo desde que llegó a Catar. La modelo usó un rompevientos largo en color coral, de Adidas, encima de un vestido verde olivo. En cuanto a accesorios, llevó unas gafas oscuras y unas grandes arracadas, joyas que pudo lucir a plenitud pues llevó el pelo peinado en una larga trenza.
Belleza entre las dunas
Georgina compartió después en su Instagram más imágenes de su paseo por el desierto, dejando ver más de su espectacular look. El vestido verde en cuestión acentuaba la torneada silueta de la modelo por su corte ceñido, además tenía corte strapless. Pero la pieza que le dio un toque único al atuendo fue sin duda el pañuelo de seda LV Unlocked 90, de la exclusiva firma Louis Vuitton, el cual llevó a modo de top.
Para su maquillaje, la española confió el estilista y make up artist Sergio Antón de las Nieves, quien la acompañó en su travesía por las dunas. En conjunto con la luz del ocaso, los tonos cálidos que usó el experto en el rostro de la modelo resaltaron al máximo sus rasgos.
La porrista más elegante
El pasado 6 de diciembre, Georgina llegó puntual al Estadio Lusail, donde se disputó el partido entre Portugal y Suiza. Si bien la modelo no ocultó su molestia por el hecho de que Cristiano fuera puesto en la banca de los suplentes, eso no impidió que brillara desde el palco donde lo animó los minutos que jugó.
La española dio clase de elegancia con un vestido negro entubado, con escote palabra de honor, el cual complementó con un caftán abierto de color verde olivo. Y fue en esta ocasión que repitió dos elementos que que había usado días atrás: su bolso blanco acolchado de Chanel y sus stilettos plata. Esta vez sacó varias piezas de su joyero, pues usó un llamativo collar, varios anillos, brazaletes y un reloj.