La moda masculina ha sido una gran fuente de inspiración para las mujeres, sobre todo en un mundo donde cada vez existen menos barreras. El traje tradicional de tres piezas –blazer, camisa de botones y el hoy protagonista chaleco, que se llevaba cerrado y entallado– han sido una insignia de elegancia para los caballeros desde hace décadas, yhoy sirve de puente para relacionar ambos mundos.
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Pero no siempre, esta clásica prenda fue un símbolo de sofisticación, pues entre las décadas de los 60 y 80 fue transformado por nuevas texturas como el cuero y se convirtió en la clave de looks roqueros o hippies –rebeldía al máximo–. Además para otras tendencias se han reinventado con distintas texturas y apliques como plumas, lentejuelas o bordados, aunque esta temporada, para deleite de las más puristas fashionistas vuelve a sus inicios.
El chaleco de corte masculino, con cortes simples y ceñido al cuerpo, es hoy una joya en la moda femenina, que no solo ha vuelto para dar ese toque clásico a los outfits; sino que también es un símbolo más de empoderamiento femenino, que todos confirman luciendo maravillosos looks que te inspirarán a tener más de uno en tu armario.
El tradicional frac de caballero cobra vida con un sentido fashion muy formal en un diseño que desfiló Alexandre Vauthier para darle el valor que se merece en esta temporada primavera-verano 2020.
Los chalecos clásicos son perfectos para dar ese mensaje de fuerza y al mismo tiempo de unión que se ha apoderado del mundo en los últimos años, en el que un atuendo masculino ya no es visto como una perfecta opción para llevar adaptada y con un fabuloso par de stilettos y makeup que destaque tus facciones.
Algo menos elegante, pero con el mismo mensaje, es esta opción de Celine. La firma lo propuso en sus pasarelas con los tan en boga mom jeans para así volver a los años 70 con un toque más chic.
Toda tendencia inspirada en el pasado sufre algunas alteraciones en el camino, pero eso no le resta estilo. Sacai presentó un atuendo en el que el chaleco negro de corte clásico se robó todas las miradas, pero con una variante contemporánea: el corte oversized.
No perdió su esencia, pero este diseño es perfecto para ese look relajado y sofisticado que hoy todas quieren llevar, y lo mejor es que algo como esto puede funcionar muy bien solo, o con una camiseta debajo.
Vestir a capas es uno de los trucos más ingeniosos para ganar puntos como fashion trendsetter. Bella Hadid sabe que un chaleco es perfecto para lograr este efecto, así que lo combinó con un atuendo monocromático en ese tono caramelo que tan en boga está esta temporada.
Esta demostrado que Blake Lively es una mujer con estilo, y si ella ha llevado un chaleco esta temporada es porque realmente debes tener uno en tu armario. Acudió a la fórmula perfecta para estilizar la figura con una prenda clásica y varios detalles traídos del armario masculino, sin dejar de ser glamurosa.
Un pantalón de tiro alto wide leg, fue la mejor opción para llevar con un chaleco ceñido a la cintura, una combinación que estilizará tus piernas, y más aun si le agregas zapatos de tacón alto.
Está comprobado que los looks monocromáticos son la mejor idea cuando de verse bien rápida y elegantemente se trata, e Irina Shayk es muestra de ello. Un buen chaleco no es solo para ceñir la cintura y resaltar las curvas, también es perfecto para dar el toque final al ya trendy traje de blazer y pantalón.
Lo mejor es que una idea como esta a puedes replicar en cualquier color, quizás uno más atrevido o inesperado como rojo, rosa o teal.
Los chalecos también se apoderaron del street style. Es válido llevar esta prenda con algo debajo, pero si prefieres lucirlo en solitario y arriesgarte con materiales como el cuero –súper tendencia esta temporada– le darás aún más protagonismo a la pieza.
Las mangas de poeta son, por excelencia, románticas y femeninas, pero nadie dijo que era un pecado agregarle algo de masculinidad con un chaleco de corte cásico; y más si puede ser la combinación perfecta para un atuendo empoderado.
Que sea básico no necesariamente significa que sea aburrido, pues a veces el jugar con detalles y texturas hacen de un clásico atuendo de jeans, camisa blanca y jacket –también de cuero–, algo más atrevido.
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