Las tendencias de moda más recientes han estado subrayando el regreso del exceso ochentero con sus volúmenes grandiosos y colores llamativos, pero así como la década siguiente, la de los noventa, estuvo signada por el minimalismo como respuesta a aquel más es más, era de esperarse que se manifestara una necesidad de calma interpretado en líneas dep
El minimalismo de los 90 regresa esta primavera-verano
Las tendencias de moda más recientes han estado subrayando el regreso del exceso ochentero con sus volúmenes grandiosos y colores llamativos, pero así como la década siguiente, la de los noventa, estuvo signada por el minimalismo como respuesta a aquel más es más, era de esperarse que se manifestara una necesidad de calma interpretado en líneas depuradas, detalles sutiles y tonos más suaves. Pues bien, ese momento ha empezado a surgir entre las fashion trends para la temporada primavera-verano.
Si ya estás cansada de las mangas abullonadas, los colores neón y los estampados llamativos –que siguen siendo tendencia–, el regreso del minimalismo de los noventa significa la respuesta a tus oraciones, y prácticamente una garantía para destacar en un océano de estilos exuberantes. Aquí no estamos hablando de normcore, esa tendencia que retoma los más desabridos elementos de los noventa, sino de las alternativas más sofisticadas de la época con las que se logran atuendos literalmente impecables como los que te mostramos a continuación.
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Bloques de texturas
Sencillo a simple vista, la silueta de este slip dress de lino blanco de la diseñadora uruguaya Gabriela Hearst cobra un interés profundo y tranquilo al mismo tiempo gracias a las texturas bordadas, calados e inserciones que se alternan en sus bloques monocromáticos.
Fluido como el agua
Sies Marjan deja que la sensual fluidez del satén protagonice este vestido de tiras espagueti, con drapeados en el escote y la cintura que configuran una caída delicada que es enfatizada por una abertura, todo en un diáfano azul que atrapa como una tranquila caída de agua.
Ligeros contrastes
Con su huida de las estridencias injustificadas, el minimalismo funciona de maravilla con el espíritu intelectual de Prada. Este outfit de ajustado polo manga larga de cachemir acanalado y falda midi ligeramente acampada centra su interés en un sutilísimo contraste de colores y texturas que necesita un look para destacar por su encanto sutil.
Sastrería ligera
Las impecables líneas de la sastrería consiguen en el minimalismo su expresión más ligera y sintética. Esta es precisamente la ruta que siguió Victoria Beckham para su colección primavera-verano 2020 como una evolución natural de la sensibilidad bourgeois que caracterizó una refinada tendencia de la temporada pasada.
Tejidos de punto para agregar textura
Los tejidos de punto son una excelente oportunidad de aportarle a tu outfit un toque de textura, profundidad e interés así se trate de una silueta sencilla y un color neutral. Una de las piezas más versátiles que se nos ocurre recomendarte es un cárdigan; puedes usarlo como segunda capa y –en un plano más juguetón– como top con los botones de abajo sueltos. (H&M 12.99)
Silueta icónica
Con este slip dress de LPA, puedes tener tu propio mini momento Gwyneth Paltrow en los Oscar del 99, cuando la it girl del momento ganaba como Mejor Actriz vestida de rosa por Ralph Lauren y se coronaba como la fashion icon del minimalismo americano de finales de siglo. (Revolve, $30)
Suaves estructuras
Aunque el power dessing llegó de los años 80 para quedarse, lo cierto es que su interpretación noventera puso de lado las estridencias para favorecer una silueta más depurada que hoy cobra doble vigencia con la tendencia monocromática. Haz tu propia versión con este conjunto de blazer de doble botonadura ($ 119) y pantalón ($ 69.90) de Zara y refuerza la sensibilidad de la época con unos zapatos de punta de cuadrada.
Puntas cuadradas
En los años 90 ningún look estaba completo sin un par de zapatos de punta cuadrada. Hoy también como antes, el diseño se concentra en la contundencia de esta silueta que de alguna manera enmarca el pie en mini-esculturas, cuyo atractivo se centra en la configuración de líneas y texturas que potencian su interés, como es el caso de esta propuesta de Steve Madden. (Nordstrom, $ 71.97)
Más allá de blanco y negro
No te quedes con la sensación de que el minimalismo sólo admite blanco y negro. Aunque es cierto que los tonos neutrales predominan en este estilo, también es verdad que el color se usa con intención. Este conjunto de falda y sweater tejido en rusty orange demuestra que las exploraciones cromáticas cobran protagonismo en siluetas sencillas. (Asos, $45)
Como siempre decimos: la moda es cíclica, y ha llegado el turno para que los años 90 tengan un revival que ha venido tomando impulso a fuerza de monocromía, puntas cuadradas y la profetizada decadencia del maximalismo. Se ha decretado el regreso del “menos es más”.