Que la moda es cíclica es una verdad del tamaño del Palacio de Versalles. Incluso los estilos más revolucionarios que creíamos decapitados de toda posibilidad de regresar se mantienen en el imaginario colectivo para, de vez en cuando, volver a reinar entre las fashion trends. Es así como los pannier, poco a poco han empezado a moverse a sus anchas entre las propuestas de varias de las más reputadas casas de moda.
Miriñaque, guardainfantes, armador. Como sea que conozcas ese artefacto interior de aros estructurados que sirven de base para crear faldas voluminosas, cuando se refiere con el nombre pannier se trata del específico modelo usado entre los siglos XVII y XVIII que se ensancha a los lados dejando el delantero y el posterior relativamente planos.
Los recordarás por los retratos de la reina María Antonieta y Las Meninas de Velázquez, o por las múltiples recreaciones del cine de época como Dangerous Liaisons, cuyo diseño de vestuario ganó el premio Oscar en 1989, así como lo hizo Marie Antoniette de Sofia Coppola en 2007. También por espectáculos como el de Madonna en los MTV Video Music Awards de 1990, en la que se coreografiaba la dinámica cortesana para retratar el glamoroso espíritu de su famoso tema Vogue, que a su vez inspiró otra reinterpretación en el perfomance del tema Cry for me de Camila Cabello en Saturday Night Live.
Es probable que el carácter pomposo y decididamente exagerado del pannier hasta hace poco le hubiese impedido recolocarse entre las fashion trends más ‘ponibles’ mientras su fascinante encanto se confinaba a las artes escénicas. Más recientemente experimenta un tímido -pero certero- regreso en versiones que, sin dejar de lado la volumetría y el pedigrí suntuoso, revisan su relevancia para el mundo de hoy que, a juzgar por la influencia de la moda de los 80, parece haberle perdido el miedo a los excesos.
La diseñadora Clare Waight Keller ya nos ponía alerta sobre este regreso al explorar en la colección haute couture de Givenchy para la temporada otoño 2019 no sólo las oportunidades volumetricas del propio pannier, sino que también tomó la idea de faldas con costados ensanchados para traducirla en una versión más mesurada del volumen valiéndose de técnicas menos aparatosas, logrando así una versión decididamente moderna del histórico estilo, una versión tan actual que ni Selena Gomez se la pudo resistir, al llevarlo tal cual se mostró en el desfile.
No faltó mucho para verlo entre las propuestas de ready to wear para la temporada primavera-verano 2020, con versiones como las de Loewe, que sigue la misma línea de Givenchy al contrarrestar la contundencia de estas estructuras con faldas see-through , mientras que Thom Browne, si bien completaba su estilo con más elementos versallescos como los elevadísimos coiffures y el ornato rococó, lo hacía desde su personalísima sastrería escultórica, teatral e irónica.
Comme des Garcons también abordó la estética desde su punto de vista conceptual, pero ha sido la firma británica pushBUTTON la que ha desfilado la propuesta más aterrizada con un blazer de costados abombados que queda a medio camino entre bar jacket y peplum.
La naturaleza suntuosa de la falda pannier podrá, quizás, impedirle un espacio en los escaparates de Zara y H&M, pero todo parece indicar que esto no le impedirá que se haga notar en ocasiones de gala como la alfombra roja o, por qué no, una boda o cualquier otra ocasión que reclame glamour a tope.
Y es que sólo hay que ver el vestido de falda ensanchada a los costados de Atelier Versace que Cynthia Erivo utilizó para los Oscars, una tendencia confirmada en simultáneo para la temporada otoño-invierno 2020/2021 durante la New York Fashion Week, con las propuestas de Christian Siriano, Area y el cada vez más notable Christopher John Rogers, ganador del CFDA/Vogue Fashion Fund 2019.