Es probable que en materia de estilo la recordemos más por el ampliamente imitado corte de cabello que se hizo famoso por su personaje en la serie de culto Friends, tanto que incluso en las peluquerías era normal que llegara una clienta pidiendo que le hicieran un “Rachel”, pero el paso de Jennifer Aniston por las alfombras rojas en los últimos 20
Minimalista y consistente, así ha sido el paso de Jennifer Aniston por la red carpet
Es probable que en materia de estilo la recordemos más por el ampliamente imitado corte de cabello que se hizo famoso por su personaje en la serie de culto Friends, tanto que incluso en las peluquerías era normal que llegara una clienta pidiendo que le hicieran un “Rachel”, pero el paso de Jennifer Aniston por las alfombras rojas en los últimos 20 años también merece una observación que da cuenta de un estilo personal que se aleja de las estridencias, convirtiéndola en una pulida versión de una all american girl.
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Nadie la podría acusar de ser inconsistente. Su gusto ha sido muy preciso durante mucho tiempo; y le ha funcionado. Al principio de su carrera elegía mayormente vestidos negros, de escotes pronunciados, con pocos o ningún adorno y siempre de silueta sencilla, pero a medida que fue evolucionando su carrera se empezó a atrever con los colores, las texturas y los volúmenes, pero nunca se apartó por completo de estilo minimalista y en esencia americano. Aquí, le echamos un vistazo a su paso por la alfombra roja en los últimas dos décadas:
Etapa experimental
Para la entrega de los premios Emmy en 1999, en un periodo pre-corrección política, se atrevió a intervenir su famoso corte de cabello con dreadlocks, le llovieron las críticas, y no precisamente por apropiación cultural, dejando su vestido de torso bordado en lentejuelas en segundo plano pero marcaron un momento en su relación con la moda que difícilmente olvidaremos.
Los inicios de un largo romance
A pesar de que su gusto por el total black tiene evidencias desde mediados de los 90, fue en los People's Choice Awards de 2001 cuando nos venía quedando más claro que su gusto por los vestidos negros, como este de satén con detalles fruncidos en el busto, no sería una cosa pasajera.
Brillo ganador
Pero no todo sería oscuridad. De vez en cuando, la eterna Rachel Green se atrevería a incorporar algo de color, y así lo hizo para los Emmys de 2002, cuando optó por este traje vintage en tono blush de Christian Dior, cuyo titilante bordado le vino ideal como efecto celebratorio tras ganar como Mejor Actriz Principal en una serie de comedia.
Elegancia sugerente y despreocupada
El pronunciadísimo escote de este vestido de Valentino, negro nuevamente, le dio a la actriz la oportunidad de acaparar todas las miradas en la alfombra roja de los Globos de Oro de 2004, mientras su característico corte se destacó con unas ondas como al descuido que reafirmaron su estilo despreocupado que se las arregla para siempre resultar ganador.
Diosa bohemia
Haciendo un claro guiño a la moda regency de principios de los años 1800, con su silueta de romántico corte imperio, este vestido Chanel con bordados dorados le sirvió para mostrarse con un estilo bohemio, elegante y al mismo tiempo relajado durante los premios Emmy de 2004.
No fuzz
Para la entrega de los premios Oscar de 2006 Jennifer Aniston volvió a confiar en su mejor amigo. Sí, lo adivinaste: un vestido negro, esta vez cortesía de la firma Rochas, en un diseño con breve cola que de ser absolutamente simple resultó ser indiscutiblemente efectivo. Sin más, ni menos.
Estilo burbujeante
La protagonista de The Good Girl empieza a tener confianza en las múltiples alternativas que le ofrece la moda, y mientras se mantiene cerca de los siluetas descomplicadas, apuesta por el profuso bordado de este vestido strapless de Valentino, que combinó con un elegante clutch dorado.
Perfecta asimetría
Incluso en la silueta drapeada y los cortes asimétricos de este vestido de Donna Karan consiguió una manera de manifestar su estilo descomplicado y efectivo, que no le quita protagonismo en un tono nude con el que de hecho logra verse mucho más estilizada, y que acentúa con múltiples accesorios dorados.
Lady in red
Probablemente su momento de alfombra roja más grandilocuente, con este vestido strapless de Valentino con voluminosa falda, de un rojo Valentino, la protagonista de The Bounty Hunter levita sobre la red carpet de los premios Oscar de 2013 en un look que sólo necesito de un clutch de Ferragamo y unos aretes chandelier de Fred Leighton para terminar de ser sencillamente fabuloso.
Va-va-voom
De una manera en la que sólo la firma Atelier Versace podría hacerlo, la intérprete subrayó su muy bien conservada silueta en un diseño nude de escote corazón y una transparencia que dejaba ver el resto de sus piernas que no se asomaban por la vertiginosa abertura, todo titilante en bordados a tono.
Obra gris
La delicada caída del chiffon reveló su increíble figura en un tono gris que la hizo lucir como una verdadera escultura monocromática, con detalles plisados en el busto y una gran abertura en medio de la falda en este diseño de Saint Laurent que dejaron al descubierto los sencillos y efectivos satin heels de Jimmy Choo los que pisó la alfombra azul de los Critics' Choice Awards de 2016.
Back to basic
Y como nada más efectivo que las cosas con las que nos sentimos a gusto, y realmente un vestido negro pocas veces ha dejado mal parada a alguien, más recientemente Jennifer Aniston vuelve a echar mano de su probada fórmula, esta vez por cortesía de un diseño vintage de James Galanos con cuello alto drapeado que eligió para el estreno mundial de su nuevo proyecto The Morning Show.
Ya ves, si una estrella de la estatura de Jennifer Aniston puede volver una y otra vez a su fórmula estilística más efectiva, y hacerlo de maneras que puedes hasta resultar sorpresivas, probablemente tú también puedes sentirte cómoda poniéndole pausa a las tendencias y confiando en lo que te dice tu gusto más auténtico.