Meghan Markle y Camila Parker tienen estilos muy diferentes, pero un solo accesorio en común puede hacernos cambiar momentáneamente de opinión. La esposa del príncipe Carlos dejó a un lado los clutch y acudió al Centro Brenmer de Jewish Care con el mismo bolso que Meghan usó exactamente un año antes en su visita a Cardiff. Incluso ambas lo llevaron del mismo color y en la misma forma: tomado del asa superior en lugar de colgado al hombro con la correa desmontable.
La Duquesa de Cornwall eligió el Mini Venice de Demellier London en verde bosque ($395) –y que por cierto ya se vende en las tiendas Nordstrom– para completar su apuesta de traje de falda y saco también en verde. ¿Se lo habrá prestado la propia Meghan? No podemos olvidar que se ha convertido en todo un ícono de la moda. La pieza, que también se fabrica en otros colores como el púrpura y rosa, vuelve a estar disponible luego de permanecer fuera de stock gracias al revuelo causado por el 'efecto Meghan' con sus elecciones.
A principio de 2018, la Duquesa de Sussex prefirió combinarlo con los básicos por los cuales ya había mostrado predilección: abrigo tipo bathrobe elaborado en lana de Stella McCartney ($385), botas Kiki de Tabitha Simmons ($895); pantalones en versión skinny de la marca galesa Hiut Denim —en homenaje al país anfitrión— y foulard de cashmere de Everlane, blusa con escote off-the-shoulder con estampado Príncipe de Gales de Theory (actualmente agotada) y anillos apilables de la colección Splash de Birks ($1,495).
Aunque ya se ha dicho que ambas tienen una relación estrecha, lo cierto es que lo que pudiera tratarse de un préstamo —algo que ocurre a menudo entre miembros de otras Casas Reales— o de un simple gusto en común, pero también tiene otras lecturas: de acuerdo al sitio web de la marca fundada por la diseñadora Mireia Llusia-Lindh, por cada bolso comprado se financian vacunas y tratamientos “que tienen como objetivo salvar la vida de un niño necesitado a través de A Bag, A Life”, un gesto que también puede tener un poderoso mensaje.