El entrenamiento es una parte fundamental de nuestro día a día. Los beneficios de ejercitarse diario al menos 30 minutos son muchos. Entre ellos destacan la disminución del estrés, el fortalecimiento de nuestro sistema inmunológico, la mejora de la calidad del sueño y, por supuesto, una sobredosis de dopamina y serotonina ideal para nuestro día a día.
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Sin embargo, cuando entrenamos comenzamos a deshidratarnos y a quemar calorías; las cuáles obtenemos de los alimentos que consumimos durante todo el día. Mientras más intensidad hay en el ejercicio que hacemos, más probable es que quememos más calorías. Pero, no todo se trata de perder y quemar estas calorías pues también tenemos que compensar a nuestro cuerpo alimentándonos bien para no sufrir una descompensación.
Mucho se ha hablado de las ventajas de entrenar en ayunas pero, ¿qué pasa cuando no contamos con la energía y las calorías suficientes para rendir durante nuestro entrenamiento? Lo más seguro es que en alguna ocasión te hayas sentido débil, mareado o, incluso, con náuseas durante tu tiempo de ejercicio. Esto se debe a que tu cuerpo no tiene los recursos suficientes para encontrar la energía que tus músculos necesitan para realizar los ejercicios; especialmente cuando se trata de un entrenamiento de fuerza o de gran intensidad.
¿Esto significa que hay que realizar una gran comida justo antes de dirigirnos al gimnasio? La respuesta es “no”. Y es que el alimento previo al entrenamiento no está relacionado con la cantidad sino con la calidad de los mismos. El secreto está en encontrar los nutrientes suficientes para rendir al ejercitarnos sin sentirnos pesados.
Ideas de alimentos para comer antes de ejercitar
Es importante recordar que el pre-entreno necesario para cada persona se basará en su régimen alimenticio, su salud y las necesidades específicas de esa persona por lo que lo mejor siempre es consultar a un experto en alimentación para elegir la comida personalizada perfecta. Sin embargo, existen algunas opciones generales que podrían ayudarte a sentir mejor al momento de moverte día a día. En especial se recomiendan comidas altas en proteínas y carbohidratos para tener la energía necesaria para el ejercicio. ¡Hay opciones para todo tipo de gustos!
Yogurt y fruta
Una opción perfecta, especialmente para aquellos que entrenan por la mañana es un tazón de yogurt griego con fruta, granola y un poco de miel de abeja natural.
Avena
La avena es uno de los alimentos favoritos de los deportistas para sentir esa saciedad durante el entrenamiento. Puedes comerla cocida con fruta o dejar reposando durante toda la noche un overnight de avena (mezcla de avena, leche, yogurt y fruta). Sin embargo, si no tienes mucho tiempo antes de entrenar o por algún motivo tuviste que salir rápido de casa, la recomendación es llevar contigo una pieza de fruta para lograr tener energía. Puede ser un plátano, una manzana, un durazno o un recipiente con papaya.
Proteína
Se ha comprobado que consumir una buena dosis de proteína antes de tu entrenamiento te podrá ayudar a que tus músculos no se desgasten tanto. Por eso es que una excelente opción es tomar un scoop de proteína con agua o leche vegetal, o una barrita de proteína sin azúcares añadidos.
Pan tostado
El pan es una gran fuente de carbohidratos, los cuales te ayudan a mantener la energía. Una combinación ganadora es comer dos panes tostados con crema de cacahuate natural o queso cottage y agregar una porción de fruta.
Smoothie
Algunas personas prefieren tomar algo líquido que comer algo sólido antes de entrenar; especialmente en épocas de calor. Por eso es que los licuados y smoothies son una gran alternativa y herramienta para conseguir los nutrientes que buscamos. Mezcla leche vegetal con fruta, avena, yogurt y chía, ¡disfruta!