Tras horas de esfuerzo puestas en un festín navideño para tus seres queridos, llega el momento de sentarse a la mesa en Nochebuena y degustar deliciosos platillos, los cuales están realizados en abundantes cantidades. Después de la cena, es evidente que, ha quedado demasiada comida y te encuentras con trastes con sobras, las cuales sería una pena desperdiciar. Para evitar que esto suceda, te tenemos algunas ideas que puedes llevar a cabo para que en estas fechas aproveches al máximo las sobras de tu cena y las puedas transformar en ricos platillos.
Cualquier proteína se puede aprovechar
Con las piezas de pavo, pollo o carne que no se hayan consumido en la cena, se pueden hacer infinidad de platillos. Desde tacos o tortas e incluso guisados con alguna salsa casera. Se puede desmenuzar el pavo (o el pollo) y con tortillas de maíz o harina, se forman taquitos dorados de pavo, los cuales te podrán durar un par de días. Hay toda una gama de platillos que se pueden hacer, incluso sándwiches o tortas de pavo.
Incluso, con el relleno del pavo o el pollo (dependiendo de lo que cenes en Nochebuena y Navidad), se pueden hacer lasañas, canelones o pastas rellenas.
Congelar es otra buena opción
El congelador se puede convertir en tu mejor aliado en estas fechas. Si cocinaste abundantes cantidades de comida y sobraron guisados como el bacalao navideño, puedes preservarlo en el congelador. Según FoodSafety, es posible mantener en óptimas condiciones el bacalao hasta seis meses; eso sí, considera consumirlo lo antes posible, ya que está previamente cocinado con otros ingredientes como aceitunas y papas.
Para almacenarlo correctamente, espera a que se enfríe por completo y almacénalo en un recipiente hermético de vidrio o plástico. Otro consejo práctico, es dividir las porciones, para que al momento de descongelar, únicamente saques del congelador la cantidad de alimentos que vayas a consumir. Para tener control de los platillos que metemos al congelador, también es de gran utilidad rotular los envases con la fecha de congelación y lo que contiene cada contenedor.
En cuanto al proceso de descongelación, es recomendable hacerlo en el refrigerador; es decir pasar del congelador al refrigerador para que los alimentos estén frescos. Como es un proceso lento, puedes llevarlo a cabo con antelación, ya sea un día antes o en las 12 horas previas. Como consejo adicional, puedes color un plato o bandeja que recoja los líquidos que se generen por la descongelación, así evitarás que se contaminen otros alimentos que tengas en el refrigerador.
Reparte entre tus seres queridos
Previo a la cena de Nochebuena, avisa a tus familiares que pueden llevar sus recipientes para, una vez terminado el convivio, puedan llevarse a casa porciones de los platillos que hayan sobrado. De esta forma, todos vendrán listos con sus contenedores y podrán elegir qué llevarse a casa y en qué cantidades. Así podrán seguir disfrutando de un poco del sabor de la Navidad en los próximos días.
Acciones solidarias
Otra opción para las sobras de tu cena de Nochebuena o Navidad, podría ser la de preparar comida con los guisos que hayan sobrado y salir a repartirlos entre personas que se encuentren en situaciones vulnerables.